Empezó podando pasto y terminó construyendo su empresa: “Así quiero guiar a otros”
Los Ángeles — A los 11 años, Rumaldo Flores dejó el calor de su pueblo en Durango, México, para adentrarse en el bullicio del condado de Los Ángeles. Ese año del 77, él era un niño tímido, con sueños escondidos entre el equipaje de su familia que dicidio establecerse en la ciudad de Norwalk, enfrentando el desafío de empezar de nuevo en un país donde todo le era extraño, excepto el trabajo duro.
“No empecé a trabajar con mi papá hasta que cumplí los 14 años. Él soñaba con tener su propio negocio y me compró una maquinita para cortar pasto. Salía de la escuela y me iba directo a ayudarle, porque no quería que me juntara con malas amistades”, recuerda Flores.
Durante los ochentas, las pandillas eran una amenaza para los jóvenes especialmente inmigrantes cuyos padres trabajaban largas horas. Pero mientras varios adolescentes se perdían entre estos grupos delictivos, Flores viajaba dentro y fuera de su vecindario como Cerritos, La Mirada, Los Alamitos y Whittier para trabajar a lado de su padre.
Durante esas arduas jornadas, Flores escuchaba a su padre, don Esteban, que la meta era poder trabajar para uno mismo, al mismo tiempo que le inculcó el trabajo honesto y bien hecho.
Pero la escuela nunca fue fácil para el joven. Sus calificaciones eran bajas, y las dificultades para aprender lo hicieron desertar en el onceavo grado, tiempo en que decidió trabajar con su padre a tiempo completo.
“Tenía la idea de que estudiar era para ricos. Además, me costaba trabajo seguir el ritmo de los maestros, así que decidí dedicarme solo a trabajar”, admitió.
En el corazón del Valle de San Fernando, un grupo de madres latinas transformó una iniciativa comunitaria en un movimiento que sigue cambiando vidas.
“Además, mi inglés no era bueno, me daba vergüenza hablar. A pesar de que era el sueño de mi padre de que yo continuara mi educación, este respetó mi decisión”, dijo.
Sin embargo, Flores nunca perdió el hambre de crecer. Mientras ayudaba a su padre, soñaba con algo más grande. No quería pasar el resto de su vida cortando pasto bajo un jefe o supervisor, aunque fuera su familia.
Esa visión lo llevó a tomar una decisión clave a los 23 años: se independizó y abrió su propio negocio.
Las fianzas de inmigración, que son establecidas a discreción del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), y de los jueces de inmigración, permiten que los no ciudadanos que enfrentan procesos de deportación sean liberados mientras se decide su caso.
Entonces Flores empezó a hacerse de sus propios clientes, aprendio más sobre el sistema de cuidado de plantas, irrigación y el uso de equipo nuevo.
Transformar el trabajo en arte
Flores no solo quería ofrecer servicios básicos de jardinería. Su meta era crear algo único, profesional y duradero. Por eso, volvió a estudiar. Tomó cursos de comunicación para conectar mejor con sus clientes y más adelante se especializó en administración y obtuvo su licencia de contratista.
“Me di cuenta de que saber cortar pasto no era suficiente. Quería aprender a manejar un negocio, contratar personal, llevar las finanzas y ofrecer algo genuino. Esa educación marcó la diferencia”, asegura.
Actualmente hay aproximadamente 37,395 personas detenidas por El Servicio de Inmigracion y Control de Aduanas (ICE) en todo el país, más del doble de la cantidad de personas que estaban detenidas cuando el presidente Joe Biden asumió el cargo.
En 2004, su visión cobró vida con Flores Artscape Inc., un negocio de paisajismo que combina diseño, sostenibilidad y creatividad. Con sede en Glassell Park, su empresa se especializa en transformar jardines con sistemas de irrigación eficientes y diseños que realzan la belleza natural.
Hoy en día, a sus 58 años, Flores emplea a 38 personas, cuenta con 10 camionetas de servicio y espacio de oficina en Glassell Park, al norte de Los Ángeles, y se ha dado a la tarea de llevar a cabo la primera Feria de Recursos para Jardineros, en el norte de Los Ángeles.
La meta es que la gente que trabaja en este negocio o que quiere trabajar en este, no se quede estancada, dijo Flores.
En el corazón de California y sus bulliciosas calles repletas de soñadores en la caza de oportunidades para alcanzar el éxito, la historia de Catalina Sánchez Sánchez destaca como un testimonio de resistencia y ambición.
“Siempre hay espacio para crecer, pero no existe mucha guía sobre esta vocación. Uno debe saber sobre leyes, nuevas herramientas y sus usos, cómo obtener la licencia básica de jardinería, cómo hacer contratos, etc… Toda esa sabiduría incrementa tu valor como negocio”, dijo.
Flores explica que establecer un negocio no fue sencillo, no solamente por el desafío económico sino la falta de conocimiento sobre la industria y las leyes en general.
“La clave está en tener una meta clara, disciplina y educación. Sin eso, es muy difícil alcanzar el éxito, por ello es importante que los jardineros puedan tener una red, un núcleo de ayuda”, explicó.
Javier Jacome, quien también es jardinero, sostuvo que es una buena idea crear este tipo de ferias educativas. Jacome, originario de Veracruz, México, dijo que él tiene 10 años en este negocio, sin embargo en los últimos años ha visto una decaída en clientela.
“No se si es porque la gente quiere ahorrar en épocas de inflación, pero es necesario aprender a actualizarme en anunciar mis servicio así como aprender a dónde conseguir préstamos para invertir en mi negocio”, dijo Jacome, quien lleva 21 años viviendo en este país.
Asimismo, Alex Trujillo, aprendiz de jardinería y paisajismo, dijo que su sueño es abrir un negocio en este rubro.
“Es importante tener una red de ayuda. Hay mucho que aprender sin tener que toparse con pared porque hicimos algo mal en el camino”, dijo Trujillo, de 40 años de edad.
Alma Morales, organizadora comunitaria en Los Ángeles, y quien le está ayudando a Flores a organizar la feria, dijo que “este tipo de eventos no se ven seguido a pesar de que mucha gente inmigrante, especialmente se desempeña en este tipo de labor”.
“Como organizadora, en tiempos difíciles es cuando uno ve las oportunidades, ahora es cuando el pueblo salva a su propio pueblo. El señor Flores es un ejemplo de disciplina, superación y tiene la misión de ayudar a otros”, dijo Morales.
A pesar de las adversidades, Flores es un fiel creyente del “sueño americano”. “No importa la política ni la economía; nuestro futuro depende de nuestras decisiones y nuestra capacidad de aprender”, asegura.
La feria, que se lleva a cabo en enero, contará con guía para préstamos, beneficios que la ciudad o el condado de Los Ángeles pueden ofrecer a los negocios, propietarios de tiendas de productos dirigidos a la jardinería y paisajismo, y otros servicios.
Para registrarse y obtener lugar y fecha llamar al (714)286-3729.
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