Beber leche: los pros y contras

Hay pocas cosas que podemos decir por seguro de la leche: es una fuente de calcio concentrada. También que contiene proteínas y otros nutrientes. Y que provoca fuertes opiniones, aún entre los científicos que la estudian, acerca de cuanta necesitamos. Con estudios recientes sugiriendo que la leche puede ser menos importante para nuestra salud de lo que desde hace mucho se creía, muchos consumidores están experimentando nuevos episodios de indecisión en el pasillo de lácteos. ¿Tres vasos al día o ninguno?

He aquí un resumen de algunas de las investigaciones más recientes, pros y contras, para ayudarte a decidir.

Pro: Proveedor de calcio

Para conseguir los mismos 300 miligramos de calcio que vienen en un vaso de leche, necesitas comer 4.5 porciones de brócoli o 10 tazas de espinacas, de acuerdo al Departamento de Agricultura de los E.E.U.U.

El calcio es un nutriente esencial para todas nuestras células, y si no consumimos suficiente, nuestros huesos liberan algo del que tienen en reserva para mantener los niveles precisos en la sangre. Eso significa que los huesos son los primeros en sufrir cuando tenemos pocas cantidades de se mineral. “El calcio y la salud ósea es una de las pocas cosas que serán evaluadas como evidencia de nivel de grado A en nutrición, lo que significa que hay múltiples meta-análisis mostrando beneficios del calcio para los huesos”, dice la especialista en nutrición, Connie Weaver, director del Women’s Global Health Institute en la Purdue University en Indiana.

Pero el calcio es uno de los nutrientes de los que los estadounidenses no tienen lo suficiente, de acuerdo a la información de una encuesta nacional. Y aún cuando muchos de los alimentos contienen calcio, la leche es un medio particularmente eficiente de conseguirlo. Para obtener los mismos 300 miligramos de calcio que vienen en un vaso de leche, de acuerdo al U.S. Department of Agriculture, necesitas comer 10 tazas de espinacas o 4.5 porciones de brócoli . El calcio de la leche viene en forma inmediatamente utilizable. Algunas fuentes vegetales, incluyendo las espinacas y los frijoles, contienen inhibidores que interfieren con la habilidad del cuerpo para absorber el calcio que contienen .

Pro: mezcla de nutrientes

Además del calcio, la leche contiene potasio, magnesio, fósforo y proteína entre otras cosas. Es una mezcla de ingredientes similar a la que constituyen nuestros huesos, menciona Weaver, haciendo de los productos lácteos una manera útil de mantener la salud ósea. Un estudio del 2011 que construyó un modelo con la información auto reportada de la dieta de 16,000 estadounidenses que consumían pocos productos lácteos, aún si incorporaban sustitutos como leche de soya fortificada con calcio, mostraron niveles más bajos de toda clase de nutrientes , incluyendo vitamina A, riboflavina, vitamina B12, potasio y vitamin D.

“La leche contiene todos los elementos básicos que necesitas para hacer nuevos tejidos”, declara el Dr. Richard Heaney, un endocrinólogo quien se especializa en investigación ósea y nutrición clínica en la Creighton University en Omaha. “Docenas y docenas de estudios han mostrado que los adultos que ingieren menos de los dos tercios de la ingesta de calcio recomendada están técnicamente deficientes de cuatro a seis otros nutrientes claves”.

Contra:¿exceso de calcio?

Los estudios no han podido puntualizar cuanto calcio necesitamos. “Si tienes una ingesta baja de calcio, tendrás huesos débiles y más alta probabilidad de fracturas” advierte Karl Michaëlsson, un médico epidemiólogo en la Uppsala University en Suecia. “Pero lo más dificil es saber ¿qué niveles de ingesta no son buenos para ti? Realmente no los sabemos”.

Las recomendaciones varían ampliamente, de los 400 a 500 miligramos de calcio cada día recomendados por las Organizaciones de salud mundiales a los 1,000 miligramos para los adultos sanos en los Estados Unidos (más para mujeres de edad avanzada y adolescentes). E investigaciones más recientes están retando la creencia estadounidense de que necesitamos atiborrarnos de calcio para obtener huesos fuertes.

En un estudio del 2011 que analizó la información de cerca de 200,000 hombres y mujeres de edad mediana y mayores de otros seis estudios, los investigadores no encontraron relación entre la ingesta de calcio y riesgo de fractura, sin importar si las personas bebieron 30 porciones de leche cada semana o tan solo dos. “El calcio es muy importante, y absolutamente le necesitamos en alguna medida” declara el co autor Walter Willett, jefe del departamento de nutrición de la Harvard School of Public Health. Pero nuestros cuerpos se adaptana a lo que tienen. “Si tenemos poco, absorbemos un porcentaje mucho más alto. Si tenemos mucho, reducimos grandemente el porcentaje que absorbemos”.

Contra:¿muerte por leche?

Demasiados productos lácteos pueden causar daño, de acuerdo a algunas investigaciones. En un estudio efectuado el otoño pasado, Michaëlsson y sus colegas analizaron la información de salud Sueca de 60,000 mujeres y encontraron que las que bebieron al menos tres vasos de leche al día, tenían el doble de probabilidad de morir durante el periodo del estudio que el de las mujeres que bebieron menos de un vaso al día, informó Michaëlsson. Las que bebían mucha leche también tenían un 60% más de posibilidades de fractura de cadera y como un 15% más riesgo de cualquier tipo de fractura.

Porque el estudio fue basado en observaciones, no en ensayos, es posible que las personas que comenzaron con un mayor riesgo de fractura o muerte hayan estado escogiendo beber más leche, pero los investigadores buscaron evidencia de ello y no encontraron ninguna. En su lugar, encontraron que el azúcar de la leche llamada galactosa puede causar inflamación y estrés a nivel celular, el cual puede a su vez conducir a problemas de salud. El queso y el yogur tienen menores niveles de galactosa que la leche, y el estudio encontró que la gente que comió más productos de leche fermentada tenían menores tasas de fractura y muerte. “Mi recomendación es que las personas no debieran cambiar sus hábitos alimenticios por este único estudio” abundó Michaëlsson. “Aún si digo que yo le bajé en mi consumo de leche. No la he eliminado. Pero consumo más yogur”.

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