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Una victoria vacía y sin alma de Mayweather Jr.

Floyd Mayweather Jr. y Manny Pacquiao durante el inicio del round 12.
Floyd Mayweather Jr. y Manny Pacquiao durante el inicio del round 12.
(FREDERIC J. BROWN / AFP/Getty Images)
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La noche del sábado, millones de personas en Estados Unidos pagaron $100 o miles de dólares para ver lo que los promotores nombraron “La Pelea del Siglo”. Un gran número de estos desembolsaron su dinero con expectativas nubladas en la ilusión de ver a Floyd Mayweather Jr. perder por primera vez en su carrera.

Algunos sabían a lo que le entraban al pagar cantidades ridículas, pero la gran mayoría fue impulsada por la emoción.

Sin conocer mucho los antecedentes, varias personas esperaban ver un festival de golpes entre Mayweather y Manny Pacquiao. Otros, que no conocen bien a ‘Money’, pensaron que Floyd iba a pararse en el centro del ring a intercambiar golpes con su oponente.

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Algunos, un poco menos “inocentes”, simplemente pensaron que el filipino tenía lo suficiente para terminar con el reinado del mandamás del boxeo. Millones alrededor del mundo creyeron que Pacquiao podría terminar de un golpe con la racha de 47 victorias consecutivas de Floyd o que el filipino iba a derrochar una ráfaga de golpes que someterían finalmente la defensa del estadounidense hasta caer desplomado.

Pero por eso Floyd Mayweather Jr. es un multimillonario. Todos deseaban verlo perder, hasta pagar miles de dólares para ver su rostro aceptando su primera derrota a los 38 años.

Al final, la mayoría de los televidentes apagaron su televisor con un sentimiento vacío, como de alguien que se quedó con ganas de más. En Las Vegas, los aficionados del MGM, que en su mayoría apoyaban a Pacquiao y que pagaron entre $1,500 a $40,000, abandonaron el MGM Grand como hipnotizados y sin palabras, tras la victoria clínica, fría y sin alma de Mayweather.

Sin arriesgar mucho, sin salir de su estilo y “haciendo lo suficiente”, Mayweather Jr. comenzó dominando con su jab de izquierda los primeros dos asaltos. Luego se encontró con un golpe de Pacquiao en el cuarto que lo hizo retroceder. Y cuando parecía que el filipino lo tenía contra las cuerdas, una voz en la cabeza le recordó el momento del nocaut ante Juan Manuel Márquez y retrocedió, contrario al Pacquiao de hace cinco años que no desaprovechaba ese momento.

“Él peleó en noviembre y estaba más en ritmo, yo tardé meses en pelear y cuando me golpeó en el cuarto round fue como una llamada de atención”, describió ese momento Mayweather al final del duelo.

Fue entonces que Floyd volvió a utilizar su jab y conectó con su derecha, dos armas que nunca pudo descifrar el filipino.

Se esperaba que Pacquiao presionara toda la noche, pero presionando no se ganan las peleas ante Mayweather Jr. en Las Vegas, tal como lo han experimentado Óscar De la Hoya, Miguel Cotto, Marcos Maidana y otros más.

Maidana en la primera pelea ante Floyd lanzó 858 golpes y conectó 221 (26% de efectividad) y apenas perdió por decisión mayoritaria. Pero Pacquiao, el hombre al que muchos calificaban como un diablo, un torbellino sobre el ring, lanzó apenas 429 golpes el sábado, conectando 81 de ellos (19%).

Probablemente los millones de dólares ya han cambiado la sed de triunfo de ‘Pacman’ o sus peleas más fuertes ante rivales de calidad le han cobrado factura, o el nocaut que le propinó Márquez lo ha hecho más cauteloso, o sus 36 años no han pasado en vano, pero en el momento que Pacquiao tendría que ir por el “todo o nada”, el filipino siguió la misma ruta de Saúl ‘Canelo’ Álvarez, Maidana (en la segunda pelea) y Robert Guerrero: una derrota lenta y segura en los últimos rounds.

Pacquiao puede argumentar que sufrió una lesión de hombro antes del combate, pero al momento de subir al ring, es un consentimiento por parte del pugilista de que puede boxear (y también cobrar sus millones).

Fue así que Mayweather Jr. se metió en los bolsillos de todos los que vieron la pelea y sacó de $100 a miles de dólares, sin ser un robo.

Conociendo sus peleas previas, se sabía que Floyd no iba a pararse a intercambiar golpes y que Pacquiao iba a tener pocas probabilidades de victoria, pues ‘Pacman’ tiene un estilo más atractivo pero al mismo tiempo, puede ser una víctima lógica de la defensa sólida y ataques de contragolpe de Mayweather Jr.

La cartelera fue mala, con un Leo Santa Cruz y Vasyl Lomachenko que no tuvieron rivales dignos, ante un público ausente para la pelea del ucraniano e indiferente en el pleito del mexicano.
La mayoría de los 16,000 aficionados ricos y privilegiados llegaron al MGM solamente minutos antes de la pelea principal y en su mayoría, apoyaron tibiamente al filipino.

El público reprochó la decisión unánime, las redes sociales explotaron con críticas sobre Mayweather y nadie parecía contento más que ‘The Money Team’, que se embolsó unos $200 millones.

Pero, ¿qué esperaban?

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