Congresistas y activistas: Puerto Rico no está listo para soportar otro huracán
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Washington — Varios congresistas y activistas alertaron hoy de que la “miopía” del Gobierno federal en la recuperación tras el huracán María ha hecho que Puerto Rico no esté preparado para soportar otro gran huracán a dos semanas de que comience la nueva temporada de tormentas en la zona.
“Queremos asegurar que Puerto Rico esté incrementando su resistencia, necesitamos ver que FEMA (Agencia federal para el Manejo de Emergencia) está preparada (...) para soportar otro huracán, pero creemos que no estamos ahí”, explicó Melissa Mark-Viverito, directora de campaña de Power 4 Puerto Rico.
La activista incidió en una conferencia telefónica en que las condiciones de infraestructura actuales de la isla complican su capacidad de resistencia ante un nuevo desastre natural como María, que asoló el Estado Libre Asociado de EEUU en septiembre, hace casi ocho meses.
De hecho, el 1,28 por ciento (18.866 clientes) de la isla permanece sin servicio eléctrico, según datos ofrecidos hoy por la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) de Puerto Rico.
Ahora, a apenas dos semanas del comienzo oficial de la temporada de huracanes (1 de junio), Mark-Viverito tiene claro que la situación que vive Puerto Rico es crítica: “No pensamos que Puerto Rico esté listo para soportar otro huracán de categoría 5”.
“Estamos preocupados por que se repita la situación, ya que no parece haber la preparación para asegurar que no suframos lo que sufrimos con María”, lamentó la activista, quien incidió en la necesidad de que el Gobierno de Donald Trump “aprenda los retos y los errores para corregirlos”.
La representante de Power 4 Puerto Rico también advirtió de que a causa del cambio climático todo apunta a que la intensidad de este tipo de tormentas tenderá a crecer tras el desastre vivido hace meses.
En este sentido, Mark-Viverito subrayó el esfuerzo realizado a nivel estatal en el país, especialmente en cuanto al realojamiento de los puertorriqueños que se han visto obligados a salir de la isla, aunque enfatizó en que debería ser el Ejecutivo federal quien se encargara de dar esta respuesta.
Sobre las soluciones que puedan dar los estados, el congresista demócrata Darren Soto argumentó que “hay cosas que pueden hacerse” a nivel estatal, como la ayuda a quienes han abandonado la isla, y auguró que el impacto de una nueva tormenta afectaría seriamente la isla debido a la “precariedad” de la red eléctrica.
“Entrando en esta nueva temporada solo vemos mil millones de dólares invertidos en la red eléctrica, así que no sorprende ver los constantes apagones y zonas urbanas en los que los semáforos aún no funcionan”, aseveró el demócrata, quien recordó que la isla necesita 90.000 millones de dólares para recuperarse y que solo le han asignado 15.000.
La misma línea mantuvo su compañero de partido, el legislador Adriano Espaillat, quien llamó a “estar preparados para cualquier cosa que pueda pasar y a continuar trayendo toda la ayuda posible para reconstruir y tener la resistencia para responder a cualquier crisis futura”.
Por su parte, Ana María Archila, codirectora del Centro por la Democracia Popular, lamentó que el Gobierno de Trump haya dejado en la oscuridad a parte de la población de Puerto Rico durante meses y acusó al Ejecutivo de dar una respuesta “negligente y casi criminal”.
Archila criticó que la Administración federal “no entienda la magnitud de la situación” en una coyuntura en la que el impacto de huracanes “no va a ser un problema de una sola vez” y destacó que 8 meses después de María aún hay casas sin techo: “Hay personas que van a combatir otro huracán sin un techo”.
La activista incidió en la necesidad de que la comunidad puertorriqueña en los estados del país presione a sus legisladores para que apoyen iniciativas que ayuden a mejorar la situación en la isla, ya que los congresistas “deberían sentir la presión”.
“El problema es muy profundo y diverso. Tenemos que transformar las dinámicas de poder”, aseguró durante la conferencia telefónica Archila, quien calificó la realidad de Puerto Rico como “una crisis de democracia”.
Frankie Miranda, vicepresidente de la Federación Hispana, comentó que debe “hacerse responsable al Gobierno de dar respuesta a las comunidades a las que debe servir”, aunque “nadie puede estar preparado para una catástrofe de la magnitud de María”.
Miranda alabó el trabajo de las asociaciones locales y de la propia población de la isla, pero advirtió que no pueden hacerlo “solos” y apostó por que la recuperación de la isla esté guiada por los propios líderes de las comunidades locales.