Supremo rechaza el caso de un cuadro del Museo Thyssen robado por los nazis
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Washington — El Tribunal Supremo decidió hoy no admitir a trámite el caso que enfrenta a la familia judía de los Cassier y al museo español Thyssen-Bornemisza por un cuadro del pintor francés Camille Pissarro que fue expoliado por los nazis y pertenece ahora a la pinacoteca madrileña.
“La petición de ‘certiorari’ (solicitud de revisión) se ha denegado”, resolvió en una breve resolución el Supremo.
Los jueces del alto tribunal no tenían que decidir si el cuadro pertenecía al Thyssen o a los Cassier, sino si un tribunal inferior otorgó la “debida deferencia” a un documento que presentó el Gobierno español para apoyar al museo e indicar a los jueces de este país cómo deben interpretar el derecho español.
Con su rechazo a estudiar el caso, el Tribunal Supremo rechazó mediar en esa cuestión sobre la interpretación del derecho español y, en la práctica, envía el caso a primera instancia (tribunal de distrito) para que allí se decida quién es el propietario legítimo del cuadro.
El cuadro en cuestión es el “Rue Saint-Honoré por la tarde. Efecto de lluvia” que Pissarro, uno de los fundadores del movimiento impresionista, pintó en París desde la ventana de su hotel en 1897.
El lienzo perteneció a la familia Cassier hasta 1939, cuando Lily Cassier se vio forzada a venderlo para conseguir unos visados que le permitieran a ella y a su marido huir de la Alemania nazi.
Después de la Segunda Guerra Mundial, en 1951, el cuadro llegó a EE.UU. y pasó por la mano de varios vendedores de arte hasta que en 1976 acabó en la galería del coleccionista Stephen Hahn.
El barón Heinrich Thyssen-Bornemisza, reconocido coleccionista de arte, compró el cuadro en noviembre de 1976 y lo llevó a Suiza para incluirlo en su colección privada de 775 obras de arte, que fue alquilada en 1988 y luego, cinco años más tarde, vendida al Gobierno español.
En diciembre de 1999 el nieto de Lily Cassier, Claude Cassirer, descubrió que el cuadro de su familia estaba expuesto en el museo Thyssen, intentó en 2001 reclamar la pintura en España y, como no tuvo éxito, acabó llevando el caso a las cortes del estado de California, donde reside.
Cassirer falleció en septiembre de 2010 a los 89 años, y ahora es su hijo, David Cassier, el que ha decidido mantener vivo el litigio.
Cada año llegan a la máxima corte de EE.UU. entre 7.000 y 8.000 peticiones, de las que solo unas 180 se admiten a trámite.