Hidratación para ricos: aguas de lujo con precios de lujo y goteo intravenoso
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Es un sueño para los mercadólogos: Queremos beber más agua, nos encanta el sabor, tendencia e innovación. Y los productos son para satisfacer.
Mucho más allá de las bebidas para remplazar los electrolitos como Gatorade, hay productos que prometen darnos las vitaminas y minerales que necesitamos, nos excitan con sabores añadidos e ingredientes como la cafeína, nos intrigan con mejoras que no sabíamos que las necesitabamos. El agua de coco ha sido un éxito por un par de años; ahora podemos encontrar agua de nopal, agua de arce, de almendra, de aceituna de alcachofa y de sandía. Hay una llamada Agualoca. El agua “Ultra-cool blk” esta fortalecida con 60 minerales.
Puedes comprar agua sin gluten, una declaración que podrías pensar innecesaria, pero a algunas les echan almidón comestible junto con los saborizantes, vitaminas y minerales, que podrían afectar a las personas que tienen la enfermedad celíaca.
Luego hay “connoisseurs” del agua como Michael Mascha y Los Ángeles cuenta con su propio “sommelier” de agua Martin Riese, quien creó el menú de aguas para el Ray’s y Stark Bar en el Museo de Arte del condado de Los Ángeles.
Bueno, ¿por qué?
Para Mascha, es como disfrutar vino. A Mascha, anteriormente conocedor de vinos, le prohibió su doctor beber alcohol, y entonces cambió al agua. “Apliqué los mismos principios que se usan para el vino. El agua de la que estoy hablando es un producto natural de una procedencia, con un sabor e historia propias. Tal vez sea una agua de lluvia suave de Tasmania, o un agua de Groenlandia que ha estado sumergida por miles de años, absorbiendo minerales”.
Agua elegante, con precio elegante. Cuando la mayoría se vende por $3 o $4 dólares, las botellas en el Stark Bar pueden costar desde $6 por una Berg de Canadá hasta $30 por una botella de Voss noruega o $44 por una botella de agua Volcánica hawaiana Waiakea fresca de Mauna Loa. Mascha, quien vive en Harlingen, Texas, reconoce que esta experiencia epicúrea va mucho más allá de la hidratación: “Voy frecuentemente a pescar y pongo un par de litros del agua proveniente de mi filtro de ósmosis revertida en la lancha, pero cuando me siento en un buen restaurante, quiero poder pedirle al sommelier que me traiga la carta de aguas”.
Cuando eso suceda por todo el país, continuó diciendo, el considerará un éxito su sitio en la red,Finewaters.com.
Entonces, ¿qué dicen nuestros expertos de nuestro alboroto acuoso? “Si hace que la gente beba el agua que necesita, está bien”, opinó la nutrióloga Nancy Clark.
La dietista registrada Elizabeth Somer dijo que ahorres tu dinero. “Algunas de esas aguas con saborizantes no son mejores que los refrescos azucarados, y las aguas con vitaminas y minerales ya no tienen valor. Estás mejor bebiendo un vaso de agua pura con limón y utilizando el dinero que ahorraste en un par de zapatos para correr”.
Finalmente, hay rehidratación IV. ¿Sufres de una terrible cruda? ¿Intoxicación alimenticia? Revive DTLA enviará un doctor y una enfermera a tu hogar, oficina o cuarto de hotel, equipado con una unidad móvil para eliminar de tu organismo todo lo malo. La revelación completa es que ya lo probé. Después de haber terminado mi tarea (auto impuesta) de emborracharme, pero en serio, y de irme a la cama ya de madrugada, a la mañana siguiente me senté en mi sofá mientras el Dr. Darrah O’Connell y su enfermera me engancharon a un litro de PlasmaLyte, un electrolito líquido. También en la bolsa de la IV iba la medicina Zofran que es para combatir las náuseas, vitamin B-12 y el anti inflamatorio Toradol. Una suave inyección (su enfermera era muy buena) y una sensación refrescante mientras el fluido lentamente goteaba dentro de mis venas. Tuve curiosidad de la mención de O’Connell de clientes regulares. ¿Quiénes son y que tan seguido les ve?, “Vamos a decir que les gusta la fiesta”, comentó con tacto, “y veo a algunos un par de veces por semana”.
Después de la desintoxicación intravenosa, tomé una siesta como O’Connell sugirió. Cuando desperté una hora más tarde, me sentí fantástico, con la cabeza aclarada y descansado. La sensación duró dos días.
El instinto te dice que podrías obtener el mismo resultado bebiendo mucha agua. “Sí, eso es cierto”, coincidió el fisiólogo Lawrence E. Armstrong de la universidad de Connecticut, “pero esto es más rápido. Es lo que usamos para agotamiento por calor y deshidratación severa. No ha sido estudiado científicamente para la cruda, pero de manera anecdótica, he escuchado que funciona bien. Es útil, pero no es práctica para la persona promedio”.
Es cierta clase de locura, tal vez locamente rica también. A final de cuentas: si tienes el dinero ($99 a $125 por cada ocasión), no te lastimará.
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