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El gobernador Brown ordena restricciones al consumo del agua en California

SACRAMENTO.- El miércoles, el gobernador Jerry Brown, parado sobre un pedazo de césped en la Sierra Nevada que por lo general está cubierto por varios pies de nieve durante esta época del año, anunció las primeras restricciones obligatorias sobre el consumo del agua de la historia de California.

“Es un mundo diferente”, dijo Brown. “Tenemos que actuar de forma diferente”.

Brown estuvo presente el miércoles mientras los funcionarios estatales hicieron una evaluación de los históricos bajos niveles de la capa de nieve de la Sierra Nevada. Fue la primera vez que un gobernador asiste al evento de medición, el cual se ha realizado en Lake Tahoe desde 1942.

El gobernador Brown le ordenó a la Junta de Control de Recursos Hidraulicos de California que implementara restricciones obligatorias para reducir el consumo del agua en un 25%. Se espera que los ahorros en el agua asciendan a 1 millón 500 mil acres de agua durante los próximos nueve meses.

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Otros elementos de la orden de Brown son:

-Requerir que los campos de golf, los cementerios y otros espacios con grandes jardines reduzcan su consumo de agua.

-Reemplazar 50 millones de pies cuadrados de césped en todo el estado con jardinería tolerante a la sequía.

-Crear un programa de bonificación estatal para reemplazar los aparatos electrodomésticos viejos con otros que ahorren energía y agua.

-Exigir que las viviendas nuevas tengan un sistema de riego por goteo, si los desarrolladores quieren utilizar agua potable para las áreas verdes.

-Prohibir el riego del césped ornamental de las calles públicas.

-Solicitarles a las agencias del agua que implementen nuevos modelos de precios que desalienten el uso excesivo del agua.

-Requerirles a los agricultores que proporcionen mayor información sobre el consumo del agua al estado para que los reguladores puedan encontrar pérdidas y actividades incorrectas.

-Crean un mecanismo para que los distritos del agua cumplan los requisitos sobre la información de las cifras de consumo del agua al estado.

Brown dijo que se necesitan cambios drásticos porque no está claro cuánto tiempo va a durar la sequía, y la casi inexistente capa de nieve presagia otro año seco. A aquellas personas que no cumplan con las nuevas restricciones se les podría emitir multas, dijo.

El miércoles, las lecturas electrónicas de cerca de 100 estaciones a través de la Sierra mostraban que el contenido de agua de la nieve era sólo de un 5% del promedio estatal para el 1ro de abril, la fecha en la cual la capa de nieve normalmente se considera que está en su punto máximo. Las lecturas manuales oficiales serán anunciadas el miércoles por la tarde.

“Esta escasez de nieve no tiene precedentes”, dijo Frank Gehrke, jefe del Programa de Estudios Cooperativos de Nieve de California. Ha estado asistiendo a las mediciones de la capa de nieve desde 1987 y dijo que nunca antes había visto al suelo sin nieve el 1ro de abril. “Está muy por debajo de los registros”.

Los primeros datos muestran que la capa de nieve es menor que la de cualquier año desde 1950, cuando se empezó a llevar un registro. Para el 1ro de abril, la cantidad de agua en la nieve nunca antes había bajado a menos del 25% del promedio histórico para ese día.

Mark Gold del Instituto del Medio Ambiente y Sostenibilidad de la UCLA dijo que la acción de Brown mostró “gran liderazgo”.

“Esta es una crisis tan creciente que la conservación obligatoria era absolutamente necesaria”, dijo Gold.

Sin embargo, otras personas estuvieron menos impresionadas con la orden de ahorro de agua de Brown. Adam Scow, director de Food & Water Watch California, la llamó decepcionante, agregando que la medida no hace mención de los abusos del agua realizados por las corporaciones.

“En medio de una sequía severa, el gobernador continúa permitiendo que las granjas corporativas y los intereses en el petróleo agoten y contaminen nuestros preciosos recursos de aguas subterráneas”, dijo Scow en un comunicado.

Craig Kessler, director de asuntos del gobierno para la Asociación de Golf del Sur de California, dijo que el cumplir con los requerimientos más fuertes de conservación de agua será especialmente desafiante para los campos de golf.

“El golf no es diferente de cualquier otra industria”, dijo Kessler. “Simplemente tendremos que hacer lo mejor que podamos con lo que la Madre Naturaleza y la falta de planeación anterior nos han dejado”.

La capa de nieve representa alrededor del 30% del suministro de agua del estado. Otras fuentes, incluyendo las represas y el agua de la lluvia, han mejorado recientemente. Aun así, los funcionarios del Departamento de Recursos Hidraulicos dicen que el estado de la capa de nieve, la cual se derrite y rellena las represas de California, significa que prácticamente no habrá ningún derramamiento de agua ésta primavera o verano cuando deje de llover y aumenten las temperaturas.

“Este es una especie de territorio inexplorado”, dijo Doug Carlson, el portavoz del departamento, calificando la situación de “tétrica”.

El miércoles se realizó la cuarta evaluación manual del estado en éste año en la Estación Phillips, aproximadamente a 90 millas al este de Sacramento. Carlson dijo que visitó el área hace un par de días.

“Les puedo decir cuáles van a ser las lectura de mañana: cero, como Sierra Nada”, dijo Carlson el martes.

La estación tradicionalmente maneja un promedio de más de 60 pulgadas de nieve para el 1ro de abril, dijo Carlson.

Los niveles de la nieve en la Sierra han disminuido cada mes desde que empezaron las evaluaciones manuales el 30 de diciembre. Esa lectura electrónica inicial mostró que el contenido de agua en la nieve era del 50% de lo normal para esa fecha. Un mes después, el contenido del agua había bajado a 25% del promedio, y en el mes de marzo, solamente era del 19%.

“Esto nos deja dudas acerca de dónde llegará el agua”, dijo Carlson. “¿Habrá suficiente agua? Probablemente tendrá que llegar de las aguas subterráneas de nuevo... y eso trae otro conjunto de problemas y complicaciones ya que las aguas subterráneas parecen estar sobreexplotadas”.

La combinación de las relativamente escasas lluvias y el clima inusualmente caliente ha limitado la caída de nieve de esta temporada, dijeron los funcionarios.

En las ocho estaciones del área norte de la Sierra en donde el Departamento de Recursos Hídricos mide la precipitación, aproximadamente 32 pulgadas de lluvia -- 76% del promedio -- ha caído desde que empezó el año del agua en octubre.

Sacramento ha visto temperaturas de hasta 6 grados arriba de lo normal para cada mes durante los últimos 15 meses, dijo un portavoz del Servicio Meteorológico Nacional.

Sin embargo, el resto del panorama del agua del estado no parece ser tan triste.

Las fuertes tormentas que golpearon California en diciembre y en febrero fueron cálidas, y cayeron como lluvia en lugar de nieve. Aun cuando la precipitación está por debajo del promedio histórico del estado, las estaciones del norte de la Sierra ya han recibido más lluvia desde el mes de octubre que durante todo el año de agua del 2013-14, el cual duró del 1ro de octubre al 30 de septiembre.

Esa lluvia ha ayudado a rellenar las represas del estado. A partir del lunes, el Lago Oroville - la represa clave del Proyecto de Agua del Estado de California, la cual surte agua desde el norte de California hasta el sur - estaba al 51% de su capacidad, comparada con el 49% en que se encontraba hace un año. El lago Shasta, la represa más grande del estado, el lunes tenía más de 150 mil millones de galones de agua de lo que tenía hace un año.

A principios de marzo, los funcionarios del estado también anunciaron que los clientes del Proyecto de Agua del Estado recibirán un descuento del 20% de sus solicitudes contratadas, comparado con el descuento del 5% que se ofreció en el 2014.

Pero los granjeros del Valle Central sin derechos de antigüedad para el agua probablemente no recibirán suministros del gran proyecto de irrigación federal del valle por segundo año consecutivo. Y en abril, el Distrito Metropolitano del Agua del Sur de California, que importa suministros del norte de California y del río Colorado, se espera que considere los racionamientos de las entrega del agua regional, como lo hizo durante la sequía del 2007-09. Esa decisión tendrá un efecto en cadena a través de las tierras del sur mientras que las agencias locales reaccionan, probablemente incrementando las tarifas del agua y adoptando medidas más estrictas de conservación.

Como primer paso hacia el reforzamiento de tales medidas, este mes la Junta de Control de los Recursos Hídricos del estado reforzó sus regulaciones de emergencia de sequía, dirigiendo a las agencias urbanas a limitar el número de días en que los residentes pueden regar sus patios.

La junta también advirtió que podría imponer regulaciones más estrictas durante los próximos meses si las agencias locales no incrementas sus esfuerzos de conservación.

En ese momento, la presidenta de la junta, Felicia Marcus llamó a la minúscula capa de nieve del estado “simplemente aterrador”.

“No estamos observando el nivel de intensificación y el sonido de las campanas de alarma que amerita la situación”, dijo Marcus.

Brown y los legisladores han respondido a la sequía con una nueva legislatura, incluyendo un plan de $1 mil millón de dólares que el gobernador firmó la semana pasada.

El plan incluye dedicar una cantidad de $127 millones 800 mil dólares para suministros de alimentos y agua y medidas inmediatas para proteger al medio ambiente contra los efectos de la sequía. La mayor parte de la financiación es para los proyectos a largo plazo como el reciclaje de las aguas residuales, el mejorar las instalaciones de tratamiento del agua y el apoyo para las plantas de desalinización.

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