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El fracaso no es sólo del Cruz Azul

El defensa del Cruz Azul, Gerardo Flores, lamenta su eliminación del Mundial.
El defensa del Cruz Azul, Gerardo Flores, lamenta su eliminación del Mundial.
(Chema Moya / EFE)

El Mundial de Clubes terminó sin sorpresas: el campeón fue Real Madrid y el futbol mexicano volvió a decepcionar.

El sábado estaba viendo un programa de análisis sobre la participación de los Cementeros en el torneo de Marruecos y me sorprendió cómo dedicaron media hora criticando y pisoteando al Cruz Azul por su participación vergonzosa.

Y sí, tienen razón al criticar a jugadores con salarios de 1.8 millones de dólares al año de Christian Giménez y 1.5 millones de dólares de Mariano Pavone que no pudieron en contra de jugadores que solamente entrenan por la noche y durante el día son trabajadores de construcción, entrenadores de primaria y algunos son estudiantes.

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Pero no hablaron del fracaso de los equipos mexicanos en el Mundial, algo que ya es costumbre y se debe a la inconsistencia de los clubes aztecas.

Cruz Azul jugó como el equipo que quedó en decimotercer lugar en el Apertura 2014, un año después de haber llegado a la final ante el América. En Marruecos, apenas ganó en tiempos extras al Wanderer FC, fue humillado por el Real Madrid y luego cayó ante este equipo semiprofesional, el Auckland.

Lo demostrado por el Cruz Azul tampoco es problema exclusivo de los cruzazulinos. No me extrañaría que el América, si es que puede ganar la Liga de Campeones en 2015, tenga otro Mundial pésimo. La historia no engaña.

En 2005, el Ahly venció al América en el duelo por el tercer puesto; en 2008 el Gamba Osaka derrotó al Pachuca; en 2009 el Pohan Steelers venció al Atlante; y en lo que ha sido la actuación más digna de un equipo mexicano, el Monterrey obtuvo el tercer puesto en 2012 al vencer al Al Ahly. Nunca un equipo mexicano ha llegado a la Final y eso no cambiará pronto.

El estar emparejados siempre ante un equipo europeo en las semifinales, hace casi imposible una hazaña. México está a varias décadas de hacerle cosquillas a un Real Madrid, Barcelona o Bayern Munich. Un emparejamiento ante un rival de Conmebol sería más justo para CONCACAF, aunque eso no conviene a la FIFA ya que podría arrunir una final UEFA-Conmebol.

Los clubes mexicanos deben mejorar a nivel internacional al conquistar un torneo con credibilidad, como la Copa Libertadores. Pero la mentalidad en México no cambia y ya tiene más de una década sin darle la importancia que merece a ese torneo, inclusive más importante que el Mundial de Clubes.

Mientras la mentalidad conformista en México sea solamente de ganar el torneo doméstico, su mediocridad a nivel de clubes no cambiará.

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