La tutela de Britney Spears prepara el escenario para la lucha por los derechos de las personas con discapacidad
Madonna, Iggy Azalea y ahora los defensores de la salud mental y de los derechos de los discapacitados ven la batalla por la tutela de Britney Spears como una cuestión de derechos civiles.
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Para Britney Spears, el 3 de enero de 2008 fue el día en que todo salió mal. Después de una serie de actos desafiantes, que incluyeron afeitarse la cabeza y golpear con su paraguas el auto de un paparazzi, se negó a entregar a su hijo Jayden, por entonces de 10 años, al guardaespaldas de su ex esposo, Kevin Federline, en medio de una disputa por la custodia de sus dos hijos. Los fotógrafos invadieron la casa de Spears en Los Ángeles después de que el abogado de Federline llamara a la policía, y tomaron fotos mientras la estrella era subida a una ambulancia, con la peluca torcida, luego de que los bomberos avanzaran para colocarle un chaleco de control psiquiátrico por la fuerza. Trece años después, la reina del pop de Estados Unidos todavía está pagando por ese día, financiera, física, emocional y psicológicamente.
En el documental de Hulu de 2021 “Framing Britney Spears”, su madre, Lynne, especuló que la causa del comportamiento de la estrella era la depresión postparto; pero en documentos judiciales de 2008, su padre -distanciado de ella-, James P. “Jamie” Spears, afirmó que se trataba de demencia. Citando preocupaciones sobre la salud mental de la cantante, la jueza Reva G. Goetz otorgó a su padre una orden de tutela permanente, que le dio autoridad sobre la persona de su hija, así como sobre sus activos financieros, incluidos sus bienes, cuentas bancarias y tarjetas de crédito. Spears no solo perdería la custodia de sus hijos, sino de sí misma.
“Realmente creo que esta tutela es abusiva”, afirmó la estrella del pop, de 39 años, en una escalofriante declaración dictada en la sala del tribunal el 23 de junio. “Quiero poner fin a ella sin ser evaluada”.
Los contornos de la prolongada tutela de Spears, así como las actitudes convencionales con respecto a las mujeres que viven con enfermedades mentales, recuerdan la histeria femenina: una pseudo-enfermedad de la era victoriana que patologizaba a mujeres que mostraban signos de estrés psicológico, trauma o deseos sexuales no convencionales. La histeria se convirtió en un diagnóstico de referencia para madres, hijas y esposas que mostraban resistencia a las expectativas de la sociedad, e “incluso que simplemente le contestaban a los varones”, afirma la escritora y defensora de la justicia de la discapacidad S. E. Smith - que le daba a sus médicos y familiares licencia para internarlas de forma indefinida.
Jamie Spears presuntamente creó un ambiente agresivo para su hija, la cantante Britney Spears, al momento en que se convirtió en su tutor legal, en 2008, ya que según fuentes la insultaba de manera muy despectiva, de acuerdo con un reporte de The New Yorker.
Con la próxima audiencia por la pelea de la tutela de Spears este miércoles, en la Corte Superior de Los Ángeles, no solo los fanáticos y otros famosos son los que están observando con interés.
“Britney es una figura emblemática para un número incalculable de personas que el mundo nunca escuchará y [que] luchan por sus derechos civiles”, consideró Patrick Hicks, abogado y director legal de Trust & Will, una firma de planificación patrimonial en San Diego.
Aunque el historial médico de Spears sigue siendo privado, no encaja en el perfil de un protegido típico. De los 1.3 millones de estadounidenses que, según se estima, viven bajo tutela, “la mayoría son personas mayores con deterioro cognitivo y adultos con discapacidades, grupos que [pueden ser] indefinidamente incapaces de mantenerse por sí mismos”, precisó Hicks. Por el contrario, Spears lanzó cuatro álbumes, se embarcó en otras tantas giras mundiales y realizó 248 espectáculos como parte de una residencia de cuatro años en Las Vegas, que recaudó 137.700 millones de dólares.
En su primera audiencia pública, la cantante describió un arreglo draconiano en el que supuestamente fue obligada a trabajar siete días a la semana, se le daba litio cuando se negaba a hacerlo, se le impidió contratar un abogado de su elección y no pudo casarse o quitarse el DIU para tener hijos. Un informe reciente en el New Yorker reveló que, justo antes de compartir su testimonio público, Spears llamó al 911 para denunciar el abuso de la tutela.
“No estoy aquí para ser esclava de nadie”, le dijo Spears a la jueza Brenda J. Penny el mes pasado. “Merezco tener los mismos derechos que los demás, para tener un hijo, una familia, cualquiera de esas cosas”.
El caso de Spears, afirma la defensora de la justicia por discapacidad, Smith, está indisolublemente ligado a una cultura de discapacidad que se ha utilizado para justificar el confinamiento y el abuso de personas que viven con enfermedades mentales y discapacidades. “La Ley de Estadounidenses con Discapacidades fue aprobada en 1990 y existe una actitud generalizada de que no merecemos derechos civiles”, remarcó Smith. “No ayuda cuando la gente argumenta ‘Britney no está loca. No está discapacitada’. Lo creamos o no, el tribunal decidió que sí. Hay innumerables personas con enfermedades mentales que trabajan y tienen familias en este país. ¿Cómo los protegemos?”.
Un estudio de 2017 del Departamento de Justicia de EE.UU en Minnesota encontró que, estadísticamente, la mitad de las víctimas de explotación de tutela son menores de 65 años y que las mujeres son explotadas de manera desproporcionada bajo tutela. “Tienden a sobrevivir a los hombres y pueden ser [castigadas] cuando viven solas”, afirmó Hicks. “También hay toda una generación que no hace mucho tiempo enviaba mujeres a internar por ser ‘histéricas’. Uno pensaría que estaríamos muy lejos de eso”.
“Hasta 1979, California era el número uno del país en esterilizar a las mujeres que vivían en instituciones para condiciones mentales, la mayoría de ellas mujeres de color”, añadió Smith. “Restringir la autonomía reproductiva de los discapacitados o enfermos mentales sigue siendo muy común, ya sea mediante un DIU o esterilización forzada, lo cual también les ocurre a las mujeres en prisión. Que Britney no pueda quitarse el DIU está en consonancia con el pasado eugenista del país”.
Un juez de la Corte Superior de Los Ángeles ha denegado una petición para destituir al padre de Britney Spears como tutor del patrimonio de la famosa cantante estadounidense, informan este jueves medios locales.
Spears pasó la década de 2000 rechazando el implacable escrutinio y vigilancia de los medios que moldearon su adolescencia. La exposición solo aumentó después de que ella se convirtió en madre, esposa y se divorció, a los 26 años. Las réplicas resonaron en revistas como Star y OK!, que enmarcaron la rebelión abierta de Spears y luego su brutal caída con titulares como, “¡Loca!”, “¡En crisis!” y “¡Enciérrenla!”. La columna de chismes de Pérez Hilton se refirió a Spears como una “madre no apta”, y poco después de que el actor Heath Ledger muriera de una sobredosis, en 2008, Hilton vendió camisetas que decían: “¿Por qué no fue Britney?”.
A raíz del reciente testimonio público de Spears, Hilton se ha disculpado y muchas celebridades, incluidos sus ex Federline y Justin Timberlake, emitieron declaraciones de solidaridad. “Muerte al patriarcado codicioso que ha estado haciendo esto con las mujeres durante siglos”, publicó Madonna sobre Spears en las historias de Instagram. “¡Esto es una violación de los derechos humanos!”.
“No está exagerando ni mintiendo”, tuiteó la rapera y su colaboradora Iggy Azalea, la semana pasada, refiriéndose a una interacción desagradable con Jamie Spears. “Vi cómo es privada de incluso las cosas más extrañas [y] triviales, como la cantidad de refrescos que se le permitía beber... Su padre esperó convenientemente hasta momentos antes de nuestra presentación [en los Billboard Music Awards], cuando yo estaba en el camerino [y] me dijo que si no firmaba un acuerdo de confidencialidad no me permitiría subir al escenario”.
Bajo la bandera de #FreeBritney, los fanáticos más acérrimos de Spears han reunido durante mucho tiempo su apoyo para la liberación de la cantante. Entre ellos se encuentra un equipo anónimo de abogados, piratas informáticos y ciberdetectores que mantienen un registro de los documentos judiciales y los han descodificado para el público. “El movimiento #FreeBritney, con su muy claro enfoque, merece mucho crédito por educar a la gente sobre la reforma de la tutela”, señaló Smith.
“La gente debe saber que hay numerosos pasos que se pueden tomar antes de una curatela, como un tratamiento a largo plazo y toma de decisiones con apoyo”, un proceso legal en el que una persona elige a sus propios partidarios de confianza para tomar decisiones en caso de estar incapacitada, explicó Smith. “¿Cuántos de esos pasos omitió [la familia de Spears]?”.
La aguja parece estar moviéndose ya hacia otra dirección: los senadores Elizabeth Warren (D- Massachusetts) y Bob Casey Jr. (D-Pensilvania) han pedido al gobierno de Estados Unidos que recopile datos sobre quienes viven bajo tutela y que aumente la supervisión federal del sistema. Los miembros republicanos del Congreso invitaron a Spears a hablar en la Cámara. “Como sociedad, hemos llegado a un punto en el que estamos más dispuestos a conversar sobre la salud mental”, destacó Hicks, en referencia a una nueva generación de estrellas del pop, desde Selena Gómez hasta Ariana Grande, que ayudaron a desestigmatizar las enfermedades mentales al revelar sus propias luchas y alentaron a los fanáticos a buscar ayuda.
“Todo el mundo está afectado por ello en algún nivel”, añadió Hicks. “Algunas personas hacen terapia, pero otras quedan bajo tutela y, de repente, ya no tienen derechos legales. ¿Dónde está la delgada línea que los separa?”.
A raíz del testimonio de Spears, su caso se vuelve más complejo día a día. Su padre solicitó a un investigador de la corte que validara sus afirmaciones; mientras tanto, la firma de gestión patrimonial Bessemer Trust dimitió como co-conservadora de su patrimonio, y el abogado designado por el tribunal de Spears, Samuel D. Ingham III y los abogados del bufete de abogados Loeb & Loeb, han dimitido de sus puestos. La madre de Spears ha presentado una petición ante el Tribunal Superior del condado de Los Ángeles, pidiendo que su hija pueda contratar a su propio abogado privado. “Su capacidad es ciertamente diferente hoy que en 2008”, se lee en el documento.
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