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Inmigrantes centroamericanos sobre las tablas en dos obras distintas

En la actualidad, la escena teatral latina en Los Ángeles presenta propuestas de todo tipo. Sin embargo, los dos casos que analizaremos aquí se encuentran unidos por una coincidencia que puede tener que ver con la reciente crisis de los niños centroamericanos migrantes, aunque, curiosamente, se estarán mostrando de modo simultáneo en distintos auditorios y serán creaciones de compañías distintas.

El primero de ellos, “An L.A. Journey- The Story of Lorenzo Alfredo”, tiene un interés humano particular que trasciende lo que cuenta, porque el coautor de su libreto es un muchacho de origen k’iche’ que, tras atravesar una serie impresionante de penurias, se encuentra ahora en una posición que nunca pensó ocupar.

“La obra trata de mí, una persona que se quedó huérfana y sin casa a los 6 años y que a los 7 empezó a vivir en las calles de la Ciudad de Guatemala, hasta que cuatro años después conoció a una señora que lo llevó a su casa para trabajar vendiendo tortillas, tamales, frutas y verduras”, le dijo a ¡BRAVO! el mismo autor de 24 años, pronunciando nuestra lengua con un encantador acento que nos recordó de algún modo el de un brasilero.

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“Desafortunadamente, en esa época yo no hablaba casi nada de español, porque sólo había estado durante dos años y medio en la escuela [al vivir en la capital]”, recordó. “Cuando cumplí los 13, la señora decidió venir a los Estados Unidos, y yo le rogué que me trajera. Nos quedamos atascados un año en México, casi tres meses en una casa de inmigrantes de Nogales, y luego cruzamos por el desierto; fue terrible y yo no podía más, pero la señora me dio bastantes ánimos y lo logré”.

Lo que se incluye en el montaje llega hasta allí, pero la aventura no siempre grata de Alfredo siguió su curso, ya que, como nos lo siguió contando, una vez en Los Ángeles, la señora decidió marcharse por su cuenta a Nueva York y dejarlo aquí, lo que lo obligó a regresar a las calles. “Lo que pasa es que el esposo que ella tenía en Guatemala le pegaba mucho y ella terminó yéndose con un novio que había conseguido [en la Gran Manzana]”, afirmó.

Tras pasar hambre, calor y frío en estas nuevas calles, sin poder hablar bien el español y con un desconocimiento total del inglés, Alfredo sintió que su sueño americano se había vuelto una pesadilla y que había perdido ya toda esperanza, hasta que conoció a unas integrantes de la asociación de ayuda a los desamparados Jóvenes, Inc. y, luego de pensarlo varias veces, se fue a vivir al albergue angelino que tenían.

“Estuve allí siete meses, hasta que pude conseguir un apartamento para mí solo, en el que ya tengo cerca de cuatro años”, contó. “Eso me permitió tener una vida normal, comer lo suficiente y hasta poder desarrollar mi pasión de siempre, que es cantar y componer canciones”.

Luego de un encuentro público en el teatro Casa 0101 donde contó públicamente sus aventuras y desventuras, fue contactado por Emmanuel Deleage, director ejecutivo de la misma compañía, quien se interesó en plasmar lo que le había ocurrido en una obra teatral y lo invitó a sentarse con él a lo largo de varios fines de semana para desarrollar el libreto.

“Ahora mismo, ya estoy a punto de terminar la ‘high school’, y sigo tomando clases de actuación, de baile y de escritura en Casa 0101”, detalló Alfredo. “Aunque no actúo en la obra, que es inglés con subtítulos en español, interpreto ahí tres canciones mías: una en k’iche’, un reggaetón-vallenato romántico en español y un hip-hop en ‘spanglish’”.

Alfredo, cuya modestia es evidente, está consciente de que su historia es muy inspiradora. “Hay muchos que me comentan que no entienden cómo he logrado salir adelante; ‘si yo fuera tú, hubiera tirado la toalla’, me dicen”, explicó. “Y la verdad es que sí la tiré y que me caí muchas veces, pero me volví a levantar. Nunca me he dado por vencido”.

El drama en grande

A diferencia de la obra anterior, “Undocumented Alien Children Estimated Time of Arrival To Be Determined”, alias “UTA ETA TBD”, no colocará en el escenario a ninguno de sus personajes, pero sí a un grupo de 30 chicos latinos que van desde los 10 hasta los 17 años de edad y que viven en áreas desfavorecidas del condado de Los Ángeles, con el fin de darle vida a la historia de otros niños, esta vez inmigrantes centroamericanos.

“La idea de desarrollar este tópico provino de los estudiantes que forman parte del programa teatral después de la escuela de Plaza de La Raza”, le dijo a nuestro periódico Nancy De Los Santos-Reza, coautora del libreto. “Ellos estaban interesados en tratar una situación relevante, y para ello, pasamos tres meses investigando la historia, mirando videos y entrevistando a gente que había cruzado la frontera sin documentos, incluyendo a un hombre que lo hizo hace 20 años, a otro que lo hizo hace cinco e incluso a uno todavía niño que acababa de llegar, lo que fue muy conmovedor”.

Tomando como base este trabajo previo, De Los Santos-Reza creó un libreto completo de 1 hora y 40 minutos en el que alteró un poco la realidad para presentar a dos países ficticios, Aztlandia y El Resto del Mundo, así como a dos inmigrantes: uno que llega al segundo lugar en busca de su madre y otro que lo hace para escapar de la violencia que atenaza a su pueblo.

“Fue un proceso muy rápido, porque empezamos la investigación en septiembre, en enero entregué el texto final y desde entonces los chicos han tenido que memorizarse todo”, relató la dramaturga. “Varios de ellos hacen además papeles de adultos, como familiares de los inmigrantes, abogados y jueces; y también tenemos canciones y música en vivo”.

Ella asegura que la obra es una muestra palpable de la labor encomiable que viene haciendo La Plaza de La Raza con la comunidad. “A través del arte, los niños crecen y adquieren un sentido de autoconfianza que los transforma por completo y los convierte en mejores seres humanos; y se trata de algo que esta institución ha venido haciendo a lo largo de 45 años”, recordó la autora, quien empezó a trabajar con el mismo centro cultural hace 25 años, y ha colaborado también como productora en las películas “Selena” y “My Family/Mi Familia” y como guionista en las teleseries “Gotta Kick It Up!” (del Disney Channel), “Resurrection Blvd” (Showtime) y “American Family” (PBS).

De Los Santos-Reza nació en Texas y es una inmigrante de segunda generación, pero considera que el ser latina y dedicarse al arte la obliga a ser una activista. “Nuestras historias tienen que ser contadas, sobre todo porque los grandes medios se niegan a hacerlo”, precisó. “Para mí, se trata de algo prácticamente humanitario”.

“Afortunadamente, creo que las cosas están cambiando, y eso se debe al trabajo que han venido haciendo en los últimos 20 años personas como Moctezuma Esparza, Gregory Nava, Edward James Olmos y hasta Cheech Marin; todos somos parte de su legado”, enfatizó. “Ahora mismo, estoy orgullosa de que tengamos asociaciones como Casa 0101, el LATC y Plaza de La Raza, del mismo modo en que lo estoy de series televisivas como ‘Cristela’, ‘Jane the Virgin’ y ‘Devious Maids’”.

AN L.A. JOURNEY: THE STORY OF LORENZO ALFREDO

Dónde: CASA 0101. 2102 East First St., Boyle Heights

Cuándo: Del 8 de mayo al 7 de junio a las (V-S: 8 p.m, D: 5 p.m.)

Admisión: De $15 a $20

Inf.: 323.263.7684

“UTA ETA TBD”

Dónde: Plaza de La Raza. 3540 N. Mission Road, Los Ángeles /REDCAP. 631 W. 2nd St., Los Ángeles

Cuándo: 8 y 9 de mayo, 7.30 p.m. en La Raza; 22 y 23 de mayo en REDCAT

Admisión: Gratuita

Inf.: 323.223.2475

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