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El decreto presidencial tiene sabor de doble anotación en estudiante salvadoreño

LOS ÁNGELES.- Dennis Melara, de 20 años de edad, es uno de los miles de jóvenes que fueron traídos por su familia a temprana edad a Estados Unidos, pero que quedaron fuera del programa de Acción Diferida en el 2012; sin embargo, gracias a la orden ejecutiva anunciada por el presidente Obama en noviembre, la vida del joven inmigrante se volvió a llenar de sueños y posiblemente en un futuro de goles de campo.

El detalle es que el joven, además de querer convertirse en el primer administrador de empresas de la familia, tiene un poderío en su pierna derecha que sus mismos entrenadores de soccer le pidieron en su último año de preparatoria que hiciera la prueba para enrolarse en el equipo de futbol americano de la escuela, mismo al que ayudó esa temporada a ganar partidos con sus goles de campo de hasta 45 yardas y sus imparables patadas de despeje.

“A veces nos retrocedían unas yardas, [pero] cuando pateaba [el ovoide] no lo podían agarrar los otros jugadores, se les iba por arriba”, explica el mismo Melara. “Eso es lo que me identifica, la patada fuerte de despeje, casi lo saco de la cancha”.

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Ya en el colegio West Los Angeles College, el promedio de sus calificaciones es de 2.9 y en el deporte contribuyó a que los Wildcats, equipo de la escuela, ganaran cinco juegos en la última temporada. Además, los entrenadores de la liga Southern Pacific lo eligieron el mejor en su posición de pateador, a nivel estatal ocupó el cuarto lugar.

Por si fuera poco, debido a su desempeño en el campo y sus buenos grados, ocho universidades ya lo han aceptado y ahora a Melara le gustaría seguir los pasos de Sebastian Janikowski, pateador de los Raiders de Oakland, quien casualmente como el joven, es inmigrante y fue traído a Estados Unidos por su familia en su adolescencia.

No obstante, mientras la mayoría de sus compañeros del equipo Wildcasts se preparan a transferirse con una beca hacia diferentes centros de educación superior, el futuro del joven permanecía en el limbo hasta hace unas semanas debido a su estatus migratorio.

“El ser indocumentado le dificulta la oportunidad de obtener una beca”, señala el entrenador Marguet Miller. “Es un buen estudiante y un buen pateador, tiene muchas posibilidades de sobresalir; en cualquier universidad que lo acepten, no se van a arrepentir”.

Melara es oriundo del departamento de La Libertad. Ante la ola violencia y extorsiones de las pandillas en suelo salvadoreño, sus hermanos mayores Douglas de 28 años y Alix de 24, se lo trajeron al Sur de California en el 2009.

Al ingresar a la escuela Washington Preparatory High School se integró al equipo de soccer y posteriormente al equipo de futbol americano.

“Me dijo el entrenador que intentara patear el balón. Le pegué y me salió bien el disparo. Me fueron retirando, hasta que hice uno de 45 yardas”, rememora sobre sus primeros pasos en este deporte, en agosto de 2012, algo que le cambió la vida.

Al llegar al colegio, en el 2013, entrenaba desde las 2:30 p.m. hasta las 7:00 p.m. Ante la falta de una licencia de conducir, se transportaba en autobús hasta su casa en el Sur de Los Ángeles, demorándose un máximo dos horas en llegar.

“Muchos dejan los estudios después de la ‘high school’ porque no tienen papeles, pero él está avanzando en su educación con muchos esfuerzos”, manifiesta Douglas, revelando que su hermano menor sería el primero en su familia en ir a la universidad.

En la temporada que acaba de concluir, Melara anotó 9 de 11 patadas de goles de campo. En puntos extras alcanzó 54 de 55 posibles, algo que le deja un agradable sabor de boca. El equipo ganó cinco partidos de 10, en el torneo anterior solo ganaron uno.

¿Cuál es la universidad que más admiras?, se le pregunta.

“Me gusta la Universidad Estatal de Arizona, la mayoría de sus jugadores llegan a la Liga Nacional de Futbol Americano (NFL). También tienen un buen programa en Administración de Empresas, es lo que yo quiero estudiar”, asevera.

Ante la falta de un número de seguro social válido, los centros educativos interesados en este muchacho han detenido el proceso, debido a que no califica para ayuda financiera federal.

“En este punto, usted no es elegible. Tendremos que esperar y ver lo que hace el gobierno”, escribió hace unos meses en un mensaje de texto Jim Collins, entrenador de la Universidad Estatal Saginaw Valley en Michigan.

Con la ampliación del programa Acción Diferida (DACA), anunciado por el presidente Barack Obama el 20 de noviembre anterior, Melara ve como la oportunidad más clara para competir en la liga universitaria.

Ese es el camino que Warren Moon (ex jugador de los Vikingos y los Jefes) y Keyshawn Johnson (ex Jets y Cowboys) siguieron después de jugar con los Wildcats, cuyas camisetas se exhiben en las paredes del colegio.

“Sería una bendición seguir mis estudios y seguir jugando. La extensión de DACA realizada por el presidente Obama es la única esperanza que tengo para agarrar un permiso de trabajo y la beca”, asegura.

¿Cuál es tu meta?

“Primeramente sacar mis estudios, es lo más importante. El diploma nadie nos lo va a quitar”, concluye.

Los otros ‘dreamers’

En el 2012 cuando se creó el programa Acción Diferida (DACA), muchos ‘dreamers’ se quedaron fuera, a pesar de haber llegado a Estados Unidos siendo menores de edad y que ya contaban con un título universitario.

Al anunciarse la acción ejecutiva que dará alivio migratorio a los padres que tengan hijos estadounidenses, el presidente Obama también amplió DACA y se calcula que 290 mil soñadores serán beneficiados; eso significa que 1,489,000 jóvenes son elegibles.

“Mi hermana tenía 31 años cuando el presidente anunció DACA [en el 2012], por un año no calificó”, manifiesta Erika Andiola, directora de organización de Dream Action Coalition, entidad defensora de los migrantes en Arizona.

En esta ocasión, el reto a nivel nacional es que todos los ‘dreamers’ se inscriban y aprovechen esta iniciativa. Hasta la fecha, un poco más de 580 mil se han registrado. En un principio el permiso de trabajo era para dos años, ahora es para tres.

“Apliquen porque estamos en menos peligro de deportación”, exhorta Andiola. “Si en el futuro un presidente quisiera quitarlo, entre más personas estén amparadas en DACA va a ser mucho más fácil para nosotros defenderlo”.

Con los cambios al programa, ahora la edad para aplicar no es indispensable; únicamente se tiene que comprobar que llegó al país antes del 1 de enero de 2010 siendo un menor de edad y que estaba en Estados Unidos la fecha del anuncio del presidente.

“Ahora no importa cuantos años tengas para registrarse. Lo que deben hacer es pedir las calificaciones de la escuela, los récords de vacunas y los diplomas de la preparatoria o universidad”, advierte la abogada Elizabeth Uribe.

En caso de haber abandonado la escuela, señala la jurista, pueden registrarse nuevamente y demostrar que están inscritos al momento que el gobierno publique los formularios que se llenarán para este trámite.

A escala nacional, según el Migration Policy Institute (MPI), California es el estado con mayor número de ‘dreamers’ elegibles: 456 mil, luego le siguen Texas con 183 mil, Nueva York con 104 mil, Florida con 90 mil e Illinois con 81 mil.

Michelle Mittelstadt, portavoz de MPI, sostiene que la ampliación a este programa tiene sentido porque renueva la fuerza laboral de Estados Unidos y maximiza el capital humano, en quienes ha invertido el sistema educativo de la nación.

Mayor concentración de beneficiarios a escala nacional

Ubicación Padres elegibles Elegibles Total

Acción Ejecutiva, DACA

Estados Unidos 3,712,000 1,489,000 5,201,000

California 1,116,000 456,000 1,572,000

Texas 560,000 183,000 743,000

Nueva York 234,000 104,000 338,000

Illinois 199,000 81,000 280,000

Florida 163,000 90,000 253,000

Fuente: Migration Policy Institute

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