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Angelinos celebran que al fin se reconozca martirio de Monseñor Romero

LOS ÁNGELES.- Con flores rojas, amarillas y blancas amaneció el monumento de monseñor Óscar Arnulfo Romero en el parque MacArthur de Los Ángeles, un día después que se conociera que el Vaticano declaró mártir al líder religioso salvadoreño.

A sus pies, un grupo de migrantes, colocaron cruces blancas con las que recuerdan a los refugiados, quienes murieron huyendo de la guerra en El Salvador a principios de los ’80, época cuando Romero levantaba la voz denunciando la injusticia y represiones.

“En Estados Unidos monseñor Romero ha tenido buena aceptación, [ahora] hay extranjeros que han comenzado a investigar y es algo bueno, porque con este proceso van a conocer sobre su legado”, manifiesta Jerry Guardado, activista proinmigrante.

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Romero fue asesinado el 24 de marzo de 1980 cuando oficiaba una misa en la capilla del hospital La Divina Providencia. Desde entonces la figura y legado ha ido cruzando fronteras.

Con la declaración de mártir, otorgada por el Papa Francisco, queda a un paso para llegar a los altares, algo que los seguidores del sacerdote vienen pidiendo desde hace años, denominándolo San Romero de América.

“Su voz fue físicamente callada, pero su prédica y visión de amor hoy viene a ser expuesta al mundo, es un enorme orgullo y satisfacción para todos los salvadoreños”, señala Werner Marroquín, diputado del Parlamento Centroamericano.

Según la tradición católica, los mártires pueden alcanzar la beatificación sin que se les atribuya un milagro, contrario a la canonización.

La Arquidiócesis de San Salvador inició el proceso en 1994. Ahora que el religioso fue declarado mártir, queda poco tiempo para que Romero se convierta en santo.

“Es un acto de justicia porque era algo que estaba pendiente”, asevera Ricardo Moreno, pastor de la Iglesia Presbiteriana de Pasadena. “La iglesia lo que está haciendo es reconocer lo que el pueblo salvadoreño y latinoamericano ya le habia dado”.

La algarabía que se vive en el pueblo salvadoreño también es compartida por otras comunidades en el Sur de California, en donde Romero ha sido un símbolo para los migrantes.

En la ciudad de Los Ángeles existe una clínica, una escuela y una plaza que llevan su nombre.

“Su sacrificio lo lleva a la santificación, producto de tanta entrega, lucha y amor al prójimo”, manifiesta Elba Berruz, líder de la Asociación Mundial Ecuatorianos en el Exterior.

La Organización de la Naciones Unidas (ONU) en el 2010 declaró que el 24 de marzo, fecha del martirio de Romero, sea el Día Internacional del Derecho a la Verdad.

CITA

“Yo quisiera hacer un llamamiento, de manera especial, a los hombres del ejército. Y en concreto a las bases de la Guardia Nacional, de la policía, de los cuarteles… Hermanos, son de nuestro mismo pueblo. Matan a sus mismos hermanos campesinos. Y ante una orden de matar que dé un hombre, debe prevalecer la ley de Dios que dice: ‘No matar’. Ningún soldado está obligado a obedecer una orden contra la Ley de Dios.

Una ley inmoral, nadie tiene que cumplirla. Ya es tiempo de que recuperen su conciencia, y que obedezcan antes a su conciencia que a la orden del pecado. La Iglesia, defensora de los derechos de Dios, de la Ley de Dios, de la dignidad humana, de la persona, no puede quedarse callada ante tanta abominación.

Queremos que el gobierno tome en serio que de nada sirven las reformas si van teñidas con tanta sangre. En nombre de Dios y en nombre de este sufrido pueblo, cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios: Cese la represión”.

Óscar Arnulfo Romero, obispo salvadoreño asesinado el 24 de marzo de 1980

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