Análisis: Gennadiy Golovkin acabó con Ryota Murata, pero Canelo Álvarez podría ser un peligro para ‘GGG’
La victoria de ‘GGG’ en Japón ante Ryota Murata, solo demuestra que sus mejores tiempos han pasado y enfrentar a Canelo Álvarez en septiembre podría ser incluso peligroso para él.
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Gennadiy Golovkin no tuvo problemas para acabar con Ryota Murata el sábado en la madrugada en un combate, que se llevó a cabo en Japón, y ganar el derecho de una tercera pelea contra su némesis Saúl Álvarez en septiembre.
Con el triunfo, Golovkin (42-1-1, 37 KOs) retuvo su título supermediano del FIB y arrancó a Morata (16-33, 13 KOs) el cinturón del AMB para la unificación, esto después de que, en el noveno round, la esquina del japonés lanzó la toalla pidiendo que se detenga el combate. Morata había sido arrodillado en ese momento.
Ante un gran gesto de humildad, Golovkin fue al vestidor de su rival tras el combate para devolverle el cinturón que recién le había quitado.
“Este cinturón es tuyo de toda la vida”, dijo el campeón a Murata.
La victoria realmente empezó a tomar forma en el quinto asalto, cuando con un derechazo a la cara provocó que Morata escupiera su protector bucal. ‘GGG’ hizo uso de su arsenal, pero está claro que su verdadero rival son sus 40 años que tiene encima y Morata, de 36 años, no fue el mejor rival para el kazajo previo a su revancha contra el Canelo, que parece estar aún en su más optimo nivel.
Muy tradicional a su estilo de volumen de golpes, Golovkin fue poco a poco desinflado a Morata, por lo que, al momento de tumbarlo, este ya no tenía la resistencia en su desgastado cuerpo para los embaches.
Sin embargo, Murata le dio algunos problemas en los primeros rounds de la contienda a ‘GGG’, intercambiando y contraatacando su cuerpo, incluso logró hacerlo retroceder en algunas ocasiones. Los brazos de Golovkin se veían pesados para retener su defensa.
En el papel, Golovkin logró su cometido, pero la realidad es que está lejos de aquel peleador que hizo a muchos pensar que, en el primer combate entre ellos de 2017, que terminó en empate ante el jalisciense, mereció un poco más.
A medida que fueron pasando los asaltos, Golovkin hizo ajustes que le dieron resultados. Un oponente más joven e igual de fuerte contrarresta eso sin problemas y por eso Álvarez encontrará en septiembre, de confirmarse el combate, que enfrenta a una versión más lenta y quizá menos fuerte a lo que fue en sus dos peleas previas.
Los años no le han pasado en vano a Golovkin y su juego de piernas parece un baile de tambaleo esperando el último toque para dormirlo en la lona.
Su obsesión de buscar esa nueva pelea ante Canelo le podría costar muy caro porque el mexicano está aún en un muy buen estado físico a sus 31 años, a diferencia de los 40 que ya carga y que se le hace muy pesado a ‘GGG’.
Un combate contra Álvarez no es la mejor opción e incluso podría ser peligroso.
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