Lo Bueno, lo Malo y lo Feo de UFC 153

Lo Bueno…

Anderson Silva volvió al octágono con una cómoda victoria por decisión unánime ante un Nick Díaz que llegó para dar espectáculo y se olvidó de pelear la noche del sábado en el MGM Grand Arena de Las Vegas, Nevada. El brasileño dominó todos los rounds y solamente perdió en una tarjeta de los jueces, además conectó varias patadas al cuerpo de su oponente, lo que seguramente le dará mucha confianza en esa pierna izquierda que se fracturó hace más de un año.

Además, Miesha Tate obtuvo una gran victoria pues no era favorita ante Sarah McMann. El triunfo por decisión mayoritaria ante la exmedallista de oro olímpica. Tate sufrió en el primer asalto un golpe severo de su rival, que le fracturó el hueso orbital. Tate acumula una racha de tres victorias desde que perdió en su segundo intento de arrebatarle el título a Ronda Rousey en 2013. Un duelo ante Cat Zingano es más realístico, aunque Zingano primero enfrentará a Rousey en el Staples Center.

UFC 183 vio a siete brasileños triunfar: Silva, Thales Leites, Thiago Alves, Jon Linekar, Rafael natal, Ildemar Alcantara y Thiago Santos.

Lo Malo

Nick Díaz llegó a la pelea principal de UFC 183 con la intención de dar espectáculo y cumplió a medias. La contienda no fue tan buena porque el mexicoamericano se concentró en dar un “show” y no en ganar el combate, algo que nunca pareció ser de su interés.
En el primer asalto provocó verbalmente a Silva y hasta se acostó sobre el octágono como burla. Pero cuando el brasileño comenzó a atacar, Díaz fue defensivo, tratando de no salir lastimado en la primera de tres peleas que tiene en su millonario contrato. Díaz dijo que sufrió una lesión en el entrenamiento hace dos semanas que no le permitió usar su brazo izquierdo hasta la noche del sábado.

…Y lo Feo

El mexicoamericano Kelvin Gastelum no solamente llegó con 10 libras de más para el pesaje en peso welter, sino que fue hospitalizado una noche antes tras sufrir síntomas de gripe y vómitos. Gastelum tuvo en frente al tercer mejor welter en el mundo, Tyron Woodley, un rival que iba a ser difícil derrotarlo aún en las mejores condiciones físicas. Pero Gastelum llegó con sobrepeso y no tuvo una buena estrategia para ganar. Terminó con una derrota por decisión dividida. Ahora Gastelum tendrá que subir a los pesos medianos, donde le esperan rivales más grandes y su futuro no parece prometedor.