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Aumentan los casos de coronavirus en L.A., San Diego y San Francisco

A little girl gets a shot
Amaya Palestino, de seis años, se vacuna contra el COVID-19, el 16 de marzo en la Helen Keller Elementary School, en Lynwood.
(Luis Sinco / Los Angeles Times)
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Los casos de coronavirus comenzaron a aumentar en los condados de Los Ángeles, San Diego y San Francisco, probablemente como resultado de la subvariante BA.2 de Ómicron, altamente contagiosa, la disminución del uso de mascarillas y la baja de la inmunidad.

Las alzas son modestas y no está claro si se trata de un contratiempo breve, del comienzo de una ola más grande de casos o de algo intermedio.

“Es posible que veamos un incremento modesto en las próximas semanas debido a la reducción de algunas restricciones, como el uso de tapabocas en interiores”, señaló el epidemiólogo de la UCLA Dr. Robert Kim-Farley. “Pero no anticipo un gran aumento en esta etapa, porque muchas personas son inmunes debido a una infección natural o a la vacunación”.

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El condado de Los Ángeles también percibió un aumento en los brotes de coronavirus en las escuelas de nivel K-12: hubo 10 la semana pasada, la mayor cantidad en una sola semana desde mediados de febrero, frente a cuatro en la semana anterior.

Las tendencias en algunas de las áreas más pobladas de California hacen eco de lo observado en partes de la costa este, donde una pequeña ola se desató en Nueva York y Massachusetts. La subvariante BA.2, que corrió más rápido en el noreste que en la costa oeste, ahora comprende casi el 72% de los nuevos casos semanales en EE.UU., frente al 57% de la semana anterior.

Mientras que BA.2 representa el 75% de los episodios en Nueva Inglaterra, Nueva York y Nueva Jersey, marca el 61% a lo largo de la costa oeste. A nivel mundial, el 86% de los nuevos casos de coronavirus durante el último mes se debieron a BA.2, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Se considera que BA.2 es entre un 30% y un 60% más contagiosa que la subvariante anterior de Ómicron, BA.1.

En Europa occidental, la nueva subvariante ha tenido efectos variados.

Gran Bretaña soportó una segunda ola significativa de Ómicron, que presionó los hospitales y provocó un aumento de la tasa de mortalidad. El alza, impulsada por BA.2, llevó los casos semanales de coronavirus a aproximadamente el 40% del nivel del primer pico de Ómicron. Las tasas de episodios ahora parecen estar disminuyendo, según afirmó el epidemiólogo de UC San Francisco Dr. George Rutherford, en una reunión del campus la semana pasada.

En Alemania, añadió Rutherford, BA.2 impulsó “un verdadero aumento”, pero regional, con muchos casos en el sur del país, incluida Baviera, donde los niveles de vacunación son bajos. Otras naciones, como España, parecen haber evitado una segunda oleada. “No estoy tan seguro de que lo que sucederá en Estados Unidos cuando BA.2 se convierta en el sublinaje dominante”, dijo Rutherford. “Hay buenos ejemplos de Europa occidental, donde las tasas de casos disminuyeron ante el brote de BA.2”.

Otros expertos expresaron optimismo sobre los últimos datos. El hecho de que el dominio de BA.2 a nivel nacional no haya causado un aumento dramático en los casos es “alentador”, tuiteó el Dr. Eric Topol, director del Scripps Research Translational Institute en La Jolla, aunque advirtió que aún es temprano para sacar conclusiones.

“Un desarrollo más preocupante sería la aparición de una nueva variante, que siempre es el comodín”, señaló Kim-Farley, “que haría que nuestra inmunidad, debido a las vacunas o la infección, fuera menos protectora”.

California ronda en los 2800 casos por día, o alrededor de 50 por semana por cada 100.000 residentes; en el borde entre una transmisión moderada y sustancial. La tasa es más alta que la registrada antes de la ola Delta, del verano pasado, con menos de 1000 casos por día.

El condado de Los Ángeles reportó 806 episodios por jornada durante la última semana, un 16% más que la semana anterior. El condado registra 56 casos a la semana por cada 100.000 habitantes, lo cual significa que la tasa vuelve a ser considerable.

La directora de salud pública del condado de Los Ángeles, Bárbara Ferrer, describió el aumento como “pequeño” y señaló que la mejor manera de protegerse es actualizarse sobre las vacunas y los refuerzos, y usar mascarillas en espacios públicos cerrados.

Las personas de 50 años o más, y las de 12 años o más que están inmunocomprometidas, fueron autorizadas la semana pasada a recibir un segundo refuerzo. “La OMS informó que en países con altos niveles de vacunación, especialmente entre aquellos que son más vulnerables al COVID, el alza reciente de casos aún no se tradujo en altas tasas de hospitalización o muerte”, comentó la funcionaria, quien pese a ello sí expresó su preocupación por el aumento de casos en el noreste de EE.UU., donde “hubo un aumento alarmante del 40% en los casos la semana pasada”.

Ferrero hizo hincapié en que el riesgo de mortalidad sigue siendo alto entre quienes no están vacunados, en particular los ancianos. Eso se ha observado en Hong Kong, que tiene una tasa de vacunación relativamente baja entre sus adultos mayores y se ha quedado sin ataúdes.

Hay 1.7 millones de residentes del condado de Los Ángeles de cinco años o más que no han recibido una sola dosis contra el COVID-19. A principios de marzo, las personas no vacunadas tenían 11 veces más probabilidades de morir de COVID-19 que aquellas que se consideraban completamente vacunadas.

El condado también tiene 2.8 millones de residentes vacunados de 12 años en adelante que no han recibido un refuerzo; Ferrer calificó la cobertura del refuerzo como “decepcionantemente baja en algunas de nuestras comunidades más afectadas”.

Entre las áreas con bajas tasas de refuerzo se encuentran Antelope Valley y partes del sur de Los Ángeles, incluidos Watts y Florence-Firestone no incorporada, señaló la funcionaria. Las tasas de refuerzo en todo el condado son más bajas entre los residentes negros, latinos y nativos americanos que entre sus pares blancos y asiáticos americanos.

Ferrer instó a la gente a no esperar para vacunarse y aplicarse las dosis de refuerzo, especialmente con el Ramadán, la Pascua y la Pascua judía, este mes. “Dada la amenaza de que circule una variante más infecciosa, este es realmente el momento de ponerse al día con sus vacunas”, afirmó. “Por favor, no espere. No espere hasta que las cosas vuelvan a empeorar para ponerse esa mascarilla y estar cerca de muchas otras personas, particularmente quienes corren un mayor riesgo. No espere para recibir refuerzos o vacunas. No espere para hacerse la prueba”.

Para las personas que dan positivo, los funcionarios de salud estatales aseguran que ya no hay escasez de medicamentos contra el COVID-19 en la mayoría de los lugares. “En este momento, se debe ofrecer tratamiento a todos los pacientes ambulatorios con COVID-19 de leve a moderado que están en riesgo de progresión de la enfermedad, si son elegibles”, indicó el Departamento de Salud Pública de California la semana pasada. Las personas pueden solicitar recetas llamando a su proveedor de atención médica.

El gobierno de EE.UU. lanzó un programa de “Pruebas para tratamiento”, que permite a las personas hacerse el test y obtener píldoras anti-COVID gratis en el mismo lugar, como una farmacia o clínica, siempre que el personal pueda realizar una prueba de coronavirus o evaluar un resultado de la prueba en el hogar y tener proveedores de atención médica que puedan evaluar al paciente.

Puede encontrar una lista de sitios que ofrecen este servicio en el condado de L.A. en ph.lacounty.gov/covidmedicines o llamando al Departamento de Salud Pública del condado, al (833) 540-0473, entre las 8 a.m. y las 8:30 p.m., los siete días de la semana. Hay ciertas ubicaciones de CVS y Walgreens, así como hospitales, clínicas y farmacias locales, donde la iniciativa funciona. Un residente del condado de L.A. con una prueba positiva también puede recibir los medicamentos por correo, sin costo, llamando al mismo número.

Cualquier residente del condado de Los Ángeles “que tenga un kit de prueba en el hogar, puede efectuarse el test a sí mismo. Si da positivo, puede llamarnos. Haremos que un proveedor o un médico hable él y lo evalúe. Si es elegible, se le enviará el medicamento de inmediato, para que lo tenga al día siguiente”, comentó Ferrer.

Los sitios de “Pruebas para tratamiento” fuera del condado de L.A. se pueden encontrar en el sitio aspr.hhs.gov/TestToTreat.

Las píldoras antivirales que se ofrecen en el programa son Paxlovid, fabricada por Pfizer, y molnupiravir, fabricada por Merck & Co., que tratan el COVID-19 de leve a moderado. Los medicamentos deben administrarse dentro de una cierta cantidad de días después de que comienzan los síntomas, o desde el día en que una prueba de coronavirus dio positivo, y funcionan mejor si se administran temprano.

De acuerdo con las pautas federales, Paxlovid y molnupiravir se recomiendan para pacientes “con alto riesgo de progresar a COVID-19 grave”, pero solo se pueden administrar a aquellos que no están tan enfermos como para necesitar hospitalización o tratamiento con oxígeno suplementario.

En otras partes de California, el condado de Orange notó una disminución en los casos: ahora es de 25 por semana por cada 100.000 residentes, frente a los 27 de la anterior. Pero si el condado de Los Ángeles sigue detectando alzas, “podría haber una posibilidad de tener más casos”, señaló la Dra. Regina Chinsio-Kwong, oficial de salud del condado de Orange.

En el condado de San Diego, el índice de episodios semanales aumentó de 58 a 83, según datos estatales.

La tasa de casos de San Francisco ahora es de 99, frente a los 93 anteriores.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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