La masacre de Sacramento fue probablemente un tiroteo entre rivales, no un tiroteo masivo, según fuentes
SACRAMENTO — La erupción de disparos del domingo cerca del Capitolio estatal, que dejó seis muertos y una docena de heridos, parece ser el resultado de una pelea entre rivales que atrapó a los transeúntes en un fuego cruzado de armas automáticas y semiautomáticas, dijeron el martes fuentes de las autoridades.
La policía también anunció dos detenciones, entre ellas la de un hombre con un largo historial de antecedentes penales que actualmente está hospitalizado con heridas de bala. Ese hombre, Smiley Martin, de 27 años, será fichado en la cárcel del condado de Sacramento como sospechoso de “posesión de un arma de fuego por parte de una persona impedida legalmente para usarlas, y posesión de una ametralladora”.
Martin es el hermano de otro sospechoso, Dandrae Martin, detenido un día antes como sospechoso de asalto con arma de fuego y de ser un delincuente en posesión de un arma.
La policía también anunció un tercer arresto el martes, Daviyonne Dawson, de 31 años, que fue visto portando un arma tras el tiroteo, pero que no llegó a dispararla. Dawson no está acusado de estar implicado en la reyerta, pero se enfrenta a cargos de posesión de un arma de fuego a pesar de estar impedido por sus antecedentes. El martes por la tarde había quedado en libertad bajo fianza.
La policía ha dicho que todavía está reconstruyendo lo que ocurrió en las primeras horas de la mañana del domingo, cuando una multitud salía de los bares y clubes nocturnos del centro de la ciudad. Pero han dicho que un hombre en un coche entró por la calle 10, cerca del K Street Mall, y desató una andanada de balas. Al menos otra persona también disparó un arma, matando a dos mujeres jóvenes, tres padres y una mujer sin hogar muy conocida en el barrio. Otras doce personas fueron hospitalizadas por heridas de bala, algunas de las cuales se transportaron por si mismas porque no había suficientes ambulancias.
La compleja investigación del crimen incluye entrevistas con docenas de testigos, revisión de las grabaciones de las cámaras y el procesamiento de más de 100 casquillos de bala que quedaron en la acera, la calle y los edificios cercanos. El sargento de la policía de Sacramento, Zach Eaton, dijo que los detectives también están revisando más de 170 vídeos y publicaciones en las redes sociales enviadas por el público.
Entre ellas se encuentra un post publicado poco antes del tiroteo en la que aparece Smiley Martin empuñando el arma automática robada que se encontró en la escena del crimen, según fuentes policiales. Ese post ha sido retirado de las redes sociales.
El hermano de Smiley, Dandrae, compareció el martes por la tarde ante el Tribunal Superior de Sacramento por un único cargo de posesión ilegal de un arma. Llevaba un traje naranja y estaba de espaldas a la multitud de medios de comunicación que le fotografiaban.
Fue representado gratuitamente por una de las mejores abogadas defensoras de Sacramento, Linda Parisi, designada para el caso debido a la sobrecarga de trabajo de la oficina del defensor público. Parisi pidió que el caso continuara sin que se presentara una declaración, y el tribunal ordenó que Martin regresara el 26 de abril. Permanecerá en prisión preventiva.
Fuera del tribunal, Parisi dijo que el estado de ánimo de Martin era “sombrío”, y agregó: “Esto es muy serio”. Parisi dijo que estaba esperando para ver si había más arrestos en el incidente, y cuáles podrían ser los cargos finales para su cliente - y habló en contra de la violencia armada.
“Como comunidad, tenemos que abordar la violencia con armas de fuego”, dijo. “Estamos fallándole a todos. Estamos fallando a nuestros jóvenes”.
El alcalde de Sacramento, Darrell Steinberg, un viejo defensor del control de armas, dijo algo similar el martes, anunciando que se reuniría con los líderes legislativos y los defensores de la reforma de la justicia penal para pedir “inversiones inmediatas y sustanciales en la prevención del crimen y en los servicios de apoyo para las víctimas del crimen”.
En una entrevista, Steinberg dijo que Sacramento ha gastado decenas de millones de dólares en “intervención temprana y prevención de pandillas”, pero que necesita hacer aún más. “Y tenemos que ayudar a los agentes de la ley a sacar más armas ilegales de las calles”.
A poca distancia de la escena del crimen, los legisladores en el Capitolio se comprometieron a hacer más para hacer frente a la violencia armada en un estado que ya tiene las leyes de armas más estrictas del país. “Nuestro mensaje a California es simple”, dijo el martes el senador Bob Hertzberg. “La Legislatura actuará para detener esta plaga de violencia armada. Tenemos que hacerlo”.
Y añadió: “Déjenme decirles algo, si se necesitan otras 107 leyes de armas para poder detener esta violencia armada sin sentido, eso haremos”.
Mientras los legisladores debatían, los familiares lloraban a sus seres queridos, empezaron a circular publicaciones en las redes sociales sobre la violencia, incluso de algunos de los presuntos implicados como autores.
En uno de los mensajes de Facebook, publicado poco antes de las 5 de la mañana del lunes, Dandrae Martin, que al parecer resultó herido en el tumulto, ofrecía una actualización de su estado que decía: “Smh I’m hit...” En los comentarios, los amigos preguntaron por el estado de su hermano Smiley y dijeron que estaban rezando por él.
Según las cuentas de las redes sociales, una de las víctimas fatales, Joshua Hoye-Lucchesi, de 32 años, parecía ser amigo de los Martin y publicó una foto con Smiley el mes pasado.
Horas antes del tiroteo, Hoye-Lucchesi subió vídeos a Instagram en los que se le veía a él y a otras personas blandiendo armas, incluida una pistola con un láser rojo.
En otra publicación, un video gráfico de YouTube que se transmitió el lunes aparentemente mostró las consecuencias del tiroteo. Los agentes de policía trataban de atender a las personas tendidas a lo largo de la calle, mientras amigos y otras personas se reunían alrededor.
“Por favor, dígame qué hacer”, suplicó una mujer a un oficial, mientras se arrodillaba sobre un cuerpo. “Yo le ayudaré”.
“Ayúdeme a darle la vuelta”, respondió el agente.
La persona que narra el video dijo que escucharon “como 70 disparos, 80 disparos”. Arriba y abajo de la calle, la gente se gritaba y pedía ayuda.
El vídeo mostró al menos a cinco personas en el suelo.
“Respira, amigo”, dijo una persona. “Sigue respirando”.
Cerca de allí, un agente de la CHP comprobaba el pulso de una mujer. Estaba completamente inmóvil.
“Hay gente muerta por todas partes”, dijo el hombre que grababa el vídeo.
Chabria y Garrison informaron desde Sacramento; Mejía y Winton informaron desde Los Ángeles. Los redactores del Times Jim Rainey en Los Ángeles y Hannah Wiley en Sacramento contribuyeron.
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