Columna De adictos y adicciones: Entre el deber y la adicción
Hace unos días me escribió Luis, en dos correos muy escuetos me deja saber que tiene un problema de adicción y busca ayuda. Sus condiciones son muy similares a las de miles de personas, que son padres de familia, viven de su salario, están enganchados en drogas y no pueden darse “el lujo” de internarse en un centro de rehabilitación.
Existen muchas teorías que tratan de explicar la adicción, también hay infinidad de factores que estimulan el consumo de sustancias. Algunos lo atribuyen a causas genéticas, otros a problemas familiares, falta de oportunidades, disponibilidad y precio; otros más, hablan de un vacío que el adicto trata de llenar.
El análisis y explicación de las causas de la adicción se los dejamos a los expertos; en nuestro caso tratamos de ayudar dando a conocer historias personales de gente real que ha perdido el control de su vida a causa de las drogas.
El caso de Luis, no es único, de hecho, muchos adictos tienen un trabajo y compromisos que cumplir, el problema es que no es posible mantener indefinidamente una adicción, más temprano que tarde la vida del adicto se sale de control y afecta a la familia.
Estimado lector, querida lectora, como tal vez usted sepa, toda adicción está considerada como un trastorno de la personalidad, la adicción a las drogas, por ejemplo, desarrolla en la mayoría de los casos, una dependencia física a la sustancia, además de un trastorno conocido como: trastorno obsesivo compulsivo.
Por lo general, quienes tratan de “llevársela calmado”, van aumentando su consumo paulatinamente. Cuando ya están bien enganchados se mienten a sí mismos, se prometen ir disminuyendo las dosis poco a poco con la finalidad de no sufrir malillas y recuperar el control de su vida; rara vez tiene éxito quien sigue ese camino.
Otros simplemente suspenden bruscamente el consumo, pero no pueden mantener el esfuerzo porque no trabajan en sí mismos, son como el alcohólico que tapa la botella y al menor pretexto vuelve a recaer.
Por desgracia, no existen recetas mágicas, dejar el alcohol y las drogas implica una dosis de sufrimiento físico y mental, también implica dejar de mentir y ser honesto. La deshonestidad es uno de los principales defectos de carácter de un adicto. Hay que tener valor para reconocer que la vida se ha salido de control, hay que ser muy honesto con uno mismo y con la familia. Muchas veces el adicto dice querer dejar las drogas tan solo para complacer a la familia, aunque en su interior sabe que no piensa dejarlas, únicamente está ganando tiempo y prolongando la agonía.
Para aquellas personas que honestamente quieren dejar el alcohol y las drogas, les recomiendo que empiecen acercándose a un grupo de doce pasos, ya sea Alcohólicos Anónimos o Narcóticos Anónimos; en internet pueden encontrar infinidad de referencias, nombres de grupos y sus direcciones, teléfonos y horarios.
Columna de Adictos y Adicciones
Los miembros de un grupo de doce pasos no son académicos expertos, son personas como cualquiera de nosotros que han vivido la experiencia de la adicción y han logrado cambiar el rumbo de sus vidas.
Son voces son autorizadas, porque ellos mismos son pruebas vivientes de que el programa funciona, pero solo funciona si lo trabajas. Si usted tiene dudas, busque información, pregunte, asista a varias reuniones, le puedo asegurar que no se va a arrepentir.
Escríbame, su testimonio puede ayudar a otros. Todos los nombres han sido cambiados.
Suscríbase al Kiosco Digital
Encuentre noticias sobre su comunidad, entretenimiento, eventos locales y todo lo que desea saber del mundo del deporte y de sus equipos preferidos.
Ocasionalmente, puede recibir contenido promocional del Los Angeles Times en Español.