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Aumenta el número de madres desamparadas

Cuatro palabras convirtieron a Belinda Delgadillo y a sus tres hijos en indigentes.

“Te tienes que salir”, le dijo la persona que le rentaba el cuarto luego de enterarse que esta había obtenido la custodia de uno de sus hijos y el menor se iba ir a vivir con ella.

“El arrendador no quería niños en el apartamento… así que sin poder pagar un renta completa en otro lugar, terminé como indigente en noviembre”, dice la señora mientras come a lado de su hijo de dos años de edad en un comedor de Skid Row.

A Delgadillo la rodean otras madres que como ella se quedaron sin techo. Todas ellas comen en silencio y en ocasiones ríen por las travesuras que hacen sus niños.

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“Yo no quiero estar aquí. Nunca pensé convertirme en madre indigente”, procede Delgadillo. “Mi hijo se enferma a cada rato, le dan gripas fuertes, le dio infección del ojo y está teniendo problemas respiratorio, pero no tengo otro lugar a donde ir”, sostiene.

La indigencia en el condado de Los Ángeles no es novedad, lo que es alarmante para las organizaciones sin fines de lucro que ayuden a los desamparados, es el aumento de mujeres y madres solteras sin hogar que duermen en vehículos, refugios de emergencia e inclusive las calles.

Números rojos

Según la encuesta más reciente de Los Ángeles Service Homeless Authority (LAHSA), el género más afectado por la indigencia es el femenino con un incremento del 55 por ciento desde el 2013 a la fecha.

En el 2013, las mujeres conformaban el 26 por ciento de indigencia en el condado de Los Ángeles. Para el 2015, la cifra aumento al 33 por ciento con 13,643 casos y para el 2016 el número era de 14,461.

Por su parte, CalWorks, la agencia que ofrece estampillas de comida a las familias de bajos recursos, muestra similares resultados. En el 2006 su reportó fue de unas 5 mil familias indigentes dentro del programa. No obstante para el 2016, la cifra había triplicado a casi 15 mil.

La mayoría de estas mujeres y madres de familia, afirman los expertos, terminan en las calles por perder el empleo, no poder pagar las rentas de sus hogares o por el abuso de las drogas o el alcohol.

Sin embargo, otro aspecto preocupante es que una de cada cinco indigentes en el 2015, se quedó sin hogar debido a la violencia domestica, según un reporte del Estado de La Mujer en Los Ángeles.

La “mujer triste”

A lado de Delgadillo, se encuentra la “mujer triste”, una señora de 31 años de edad que no quiso identificarse en público.

La “mujer triste”, como se hizo llamar, es madre soltera de dos hijos de 11 y 14 años de edad.

“Perdí mi trabajo en noviembre y cómo no pude pagar la renta, me dieron la noticia de desalojo… Estoy sufriendo de depresión. Yo no quiero esto para mis hijos”, agrega la mujer.

La ayuda no es suficiente

En Unión Rescue Mission (URM), la única organización de Skid Row que provee techo inmediato a las mujeres con hijos, la ayuda por servicios ha aumentado en más de 50% desde los últimos tres años, pero las donaciones han disminuido un 40%, lo que ha dejado a la organización sin dinero en el banco.

“Simplemente en Mission el año pasado estábamos ayudando a 168 mujeres en nuestros servicios de hogar, pero ahora tenemos a 350 mujeres”, dice Andy Bales, director ejecutivo de URM.

Asimismo, por primera vez en 150 años, URM ofrece servicios diarios a 750 mujeres y niños, un número mucho mayor que los 550 hombres indigentes que ayudamos en la actualidad.

“Nunca habíamos visto números como estos desde la gran recesión. Entre los problemas que estas personas enfrentan se encuentra el incremento de las rentas, la violencia doméstica y los problemas mentales. Con ello estamos viendo también a muchas madres perder la custodia de sus hijos por no tener un techo permanente”, dice Bales.

En el 2011, URM decidió reducir dos veces los salarios de sus empleados en un cinco por ciento así como congeló contrataciones, redujo planes de pensión y recortó hasta 38 empleados para poder ofrecer más asistencia. Actualmente, la organización opera a su máxima capacidad.

El aumento de madres solteras sin hogar es también evidente para Downtown Women’s Center (DWC) desde hace tres años.

La organización sin fines de lucro reporta que sus 114 unidades de vivienda permanente están ocupadas. Asimismo asegura el incremento del 65 por ciento en la demanda de sus servicios.

“Actualmente servimos a unas 200 mujeres al día para asistencia de salud mental, baños, lavandería y apoyo individual. Sabemos de nuestros colegas que no hay suficientes refugios para las madres con niños, y encima muchas otras no quien usar los servicios porque los lugares no son seguros o no están limpios”, dice Anne Miskey, directora ejecutiva.

“En efecto, la mayoría de mujeres que asistimos tiene historial de violencia doméstica así como también hay mucha mujer mayor enferma, que por una u otra razón ya no puede trabajar y con las rentas tan altas, no pueden pagar la renta”, agrega Miskey.

Celina Álvarez, de la organización Housing Works, admite al igual que hoy en día más madres llegan a pedir ayuda.

“Es una situación real… y desafortunadamente el gobierno ha cortado tantos fondos que las pocas organizaciones que pueden ayudar a este sector, están operando a su máxima capacidad”, señala Alvarez.

¿Hay solución a la indigencia de madres con hijos?

Las organizaciones afirman que la ayuda crucial se encuentra en paquete comprensivo, donde haya suficientes servicios para ayudar a las personas a transferirse a hogares permanentes.

En noviembre, los votantes de la ciudad de Los Ángeles aprobaron una medida del bono del impuesto sobre la propiedad que se supone debe recaudar 1.2 mil millones para construir 10 mil unidades de viviendas asequibles para las personas sin hogar, pero el dinero sólo financia gastos básico sin incluir los servicios que pueden conservar a los indigentes fuera de las calles, dicen los expertos.

La Medida H, que aparecerá en boletas electorales del 7 de marzo, puede ser una herramienta segura para ayudar a los indigentes crónicos y las madres con hijos con vivienda, ayuda metal, asistencia para asegurar empleos, entrenamiento y tutoría, asegura Celina Álvarez, directora ejecutiva de Housing Works.

De aprobarse, esta impondría un cuarto de centavo en el impuesto de ventas del condado durante los próximos 10 años.

“Sin embargo, vale la pena invertir en las señoras, los jóvenes y los niños, ya que ellos están en riesgo de ser los futuros indigentes”, dice Álvarez.

Las madres indigentes

Ante la incertidumbre de su presente, Delgado dice tener suerte, ya que espera que en menos de un mes el Departamento de Servicios de Niños y Familias (DCFS) del condado de Los Ángeles, le entreguen a sus hijas gemelas de tan solo un año de edad.

Delgadillo se encuentra en una lista de espera para obtener un hogar permanente para sus tres hijos de parte de Unión Rescue Mission.

Por su parte, la “mujer triste”, se acaba de enterar que está embarazada. Ella todavía no sabe si calificará para una vivienda permanente. Tampoco está segura si debe conservar a su bebé.

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